Young Sherlock Holmes (Barry Levinson, 1985. EEUU): uno de los trabajos mejor resueltos del Steven Spielberg en modo“mecenas” de jóvenes realizadores allá por mediados de los 80, en este caso un bastante prometedor Barry Levinson al principio de su más o menos interesante carrera de entretenido y efectivo artesano, con esta intriga familiar con unos adolescentes Holmes y Watson (cuyo encuentro es aquí inventado; nada que ver con sus orígenes literarios) de protagonistas. Fresca, eficiente, sobre todo en el apartado de unos magníficos efectos especiales para la época. El guión es obra del conocido Chris Columbus, luego firmante de Solo en casa, La señora Doubtfire o el primer Harry Potter.