Si hay algo que me sigue asombrando de él es su capacidad de trabajo, su modestia, su amor por la vida, y su facilidad para explicar con un lenguaje sencillo las cosas mas complejas. Y sobre todo, que después de tantos años dedicado a la investigación, se siga asombrando cada día con lo que lee o con lo que hace cada día en el laboratorio.
Hace un año me encontré en el aeropuerto con Carlos y Gloria por casualidad, yo venía de una reunión en Madrid y ellos habían ido a recoger a su hija que llegaba en el mismo vuelo que yo. Me trajeron en coche a casa y durante el trayecto estuvimos hablando sin parar, y me comentó que iban a publicar en breve el genoma la Ballena boreal (Balaena mysticetus), que le había encantado el trabajo y todo lo que podría significar. Estaba como un crío pequeño abriendo un regalo y además te contagiaba la emoción.
Poco después hablamos porque quería ir a ver los estorninos, los que venían a dormir al parque por las tardes y de los que ya os hablé varias veces en el blog. Cosas como esas son las que me encantan de Carlos, puede estar hablándote de terapia génica como si fuera lo más normal del mundo mientras sigue alucinando con cosas "tan aparentemente triviales" como los estorninos, y te pregunta cualquier duda porque no se cansa de aprender.
Bueno, no me enrollo mas, os dejo aquí las dos partes de la entrevista en la que habla del origen de la vida, sin falta de dioses ni milagros, de una vida que tuvo que inventar la muerte para ser posible, del sinsentido de la inmortalidad, del cáncer, de la capacidad de asombrarse, de la solidaridad... No la veáis con prisa, esperad a poder tomaros vuestro tiempo y disfrutadla, os aseguro que merece la pena.
Primera parte
Segunda parte
Espero que os haya gustado tanto como me ha gustado a mi. Una auténtica gozada
"La vida necesitó inventar la muerte para ser posible"