Sinopsis Editorial:
Desde hace generaciones, las mujeres de la familia Lejongård hacen todo lo que está en sus manos por controlar las riendas de su destino.
El sur de Suecia, 1931. Matilda acaba de perder a su madre cuando la imponente condesa Agneta Lejongård se presenta en su escuela. La mujer le anuncia que es su tutora legal y se la lleva a su finca. La extensión de la propiedad y la espléndida casa señorial intimidan a Matilda y, por si eso fuera poco, los hijos de la condesa la hacen sentir fuera de lugar. Sin embargo, existe una antigua promesa que Agneta, aunque ella sea su única conocedora, debe cumplir. Mientras una nueva guerra amenaza Europa, en Lejongård se rompen las viejas tradiciones y Matilda debe buscar su propio camino para encontrar la ansiada felicidad.
Después de haber leído hace poquito la primera parte de la trilogía Lejongård de Corina Bomann, tenía muchas ganas de saber qué le había reservado el destino a Matilda. Los lectores que saben qué ocurrió en "La herencia de Agneta", primera entrega de la trilogía, también saben ya quién es Matilda, pero... ¿lo sabe ella?
Como siempre os digo, al ser esta una novela que es parte de una serie, es difícil hablar sin hacer spoilers, pero lo intentaré. En todo caso, creo que es importante leerlos en orden, aunque los autores siempre escriben este tipo de libros de manera que se puedan leer de forma independiente, pero vaya, creo que la historia de Agneta, es muy interesante y vale la pena saber por que es la condesa de Lejongård y qué sacrificó por el camino.
Si algo destaca en esta novela es precisamente la gran cantidad de secretos que guarda Agneta (entre el primer libro y el segundo han pasado casi dos décadas), pero solamente calla esos secretos porque cree que es lo mejor para las personas implicadas en ellos, sin embargo, eso no siempre es así y la primera en darse cuenta de su error será ella, cuando ya no haya remedio.
Corina Bomamm
Fotografía Facebook autora
Por supuesto al principio la grandeza de Lejongård hace que Matilda se sienta más pequeña. Agneta ha sabido dirigir Lejongård con mano firme, se ha consolidado en la cría y venta de caballos de primera calidad y siguen siendo una familia que goza del favor de la casa real. En Lejongård también viven el conde, y los hijos gemelos del matrimonio, apenas un poco más jóvenes que ella, sin embargo no contará con el cariño y aprecio de todo el mundo, pero poco a poco Matilda se irá habituando a su nueva vida, seguirá estudiando y manteniendo por carta el contacto con Paul pero cuando cumple la mayoría de edad, algo hace estallar esa estabilidad que había logrado al lado de Agneta y su familia. Ciertos secretos saldrán a la luz y las consecuencias de haber ocultado tantas cosas no se harán esperar.
Pasan muchísimas cosas a lo largo de la narración de la novela que abarca algo más de diez años (desde 1934 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945), y una vez más el estallido de otra guerra tendrá consecuencias en la vida de todos los personajes.
Creo que la autora ha creado una continuación más que digna del primer libro, la personalidad de Matilda me ha gustado muchísimo y tiene muchos puntos en común con Agneta, es inteligente, es una persona muy cálida y bondadosa, para ella todo el mundo es igual, sea un conde o una doncella y es muy respetuosa. Como es Matilda la narradora de la novela, llegaremos a conocer en profundidad sus dudas, pensamientos y sentimientos y la veremos aprender a aceptar algunas cosas y a perdonar para poder seguir adelante.
Sobre el conde, debo decir que Lennard ya me había gustado mucho en la primera novela y aquí se confirma con el hombre perfecto para Agneta, en cuanto a los gemelos, bueno... confieso que he tenido muchas ganas durante todo el libro de que a Magnus lo arrollara un tren porque no he entendido en absoluto su forma de ser, su manera de actuar, de hablar, de comportarse, sobre todo teniendo en cuenta que es gemelo de Ingmar, que no se parece en nada a él y que han sido criados en el mismo hogar con el mismo cariño. De verdad, menudo personaje.
A mí me ha gustado tanto como la primera entrega, la verdad y ahora sabiendo (o al menos lo imagino) quién será la protagonista del siguiente libro, me quedo con las ganas de saber cómo finalizará esta trilogía que se lee sin darte cuenta, gracias al buen hacer de su autora, que escribe de forma muy sencilla y fluida manteniendo el ritmo e interés de la historia en todo momento.
Puedes leer un fragmento de "El secreto de Matilda" AQUÍ