El secreto de Pablo

Publicado el 07 diciembre 2016 por Rubencastillo

Pablo es un niño que se encuentra postrado en una silla de ruedas, porque nació con espina bífida e hidrocefalia (EBH). Pero, contra todo pronóstico, no tiene un problema con ese asunto, ni es un niño triste o solitario, ni sufre marginaciones. Las personas que lo rodean (sus padres, sus amigos del colegio) han conseguido construir a su alrededor una atmósfera de normalidad tan deliciosa que en nada se diferencia su peculiaridad corporal de otras que tiene a su alrededor. Emilio Soler, el autor de esta hermosa historia, lo condensa en la primera página del relato con una imagen muy atinada, donde nos ofrece la imagen contrapuesta de dos de los protagonistas: “Pablo tiene espina bífida y se desplaza en silla de ruedas; Marcelo lleva unas gafas redondas con montura azul”. Es decir, todos necesitamos algún tipo de ayuda (gafas, medicaciones, audífonos, muletas, prótesis, aparatos dentales), y eso convierte a los seres humanos en una cofradía de seres gloriosamente imperfectos, cuya mayor virtud debería consistir en la bondad en el trato con los demás.Un día, mientras acompaña a sus amigos de camino al parque, Pablo contempla con admiración a unos patinadores... y concibe una idea. Pero en lugar de contársela de inmediato a Marcelo, Ángel, Marta y Julia, preferirá que sea un secreto durante varios días. ¿Qué estará tramando, con la ayuda de su padre?
El cuento, que edita la Federación Españolade Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia (con el apoyo de varias entidades colaboradoras), está ilustrado por Álvaro Peña, siempre seductor en el manejo de los colores y la expresividad de sus personajes. Así, entre la excelente propuesta narrativa de Emilio Soler y el magnetismo plástico de Álvaro, se consigue un texto muy hermoso, que merece la pena tener, leer y conservar.