El secreto de sus ojos

Publicado el 29 noviembre 2009 por Rogolagos
Una mirada... para abatir al albatros
Dos miradas... para detener el paisaje al borde del río
Tres miradas... para cambiar la niña en volantín
Cuatro miradas...para sujetar el tren que cae en abismo
Cinco miradas... para volver a encender las estrellas apagadas por el huracán
Seis miradas... para impedir el nacimiento del niño acuático
Siete miradas... para prolongar la vida de la novia
Ocho miradas... para cambiar el mar en cieloNueve miradas... para hacer bailar los árboles del bosque
Diez miradas... para ver la belleza que se presenta entre un sueño y una catástrofe
(Vicente Huidobro)

A veces no se si creer en la intuición o en la percepción... lo digo porque al final las cosas parecen estar más claras de lo que uno se imagina... al final el cuerpo siempre es más fiel que las palabras... sólo la boca miente... el problema es que le creemos demasiado a las palabras y a la boca... y no queremos creer cuando ese cuerpo no muestra mayor interés en el amor, cuando los gestos se esfuman... deberíamos hacer caso a cada mirada y descubrir en ella el poder que tienen los ojos...
Los buenos cineastas saben del poder de los ojos, y no nos llenan de palabras por todos lados, así que mientras un tren comienza a partir y una despedida se acerca... la escena parece ser la misma de miles de historias que jamás he visto... en que el tren parte... la niña está corriendo y las manos se tocan entre los vidrios... como esperando el final de lo que nunca fue, así nos encontramos esperando un comienzo una y otra vez de lo que parece ser una historia real en que lo vivido y lo imaginado tejen un nuevo momento, más desgastado por los recuerdos que se esfuman... en una vieja libreta pretenciosa que quiere contar verdades.
Es que la jubilación de Benjamín Espósito le da tiempo libre para recuperar la historia que más le impactó en sus días de policía, cuando la bella Liliana Coloto (Carla Quevedo) apareció asesinada y violada en su casa. Desde ahí encontrar al asesino se volvió una obsesión no sólo para los policías, también para la pareja de Liliana... eran los días en que la democracia setentera de Argentina comenzaba a peligrar y que la impunidad se comenzaba a pasear por las grandes calles de Buenos Aires. En medio de la muerte la figura del asesino se encuentra más cerca.
En una de las grandes escenas que el cine no borrará (y que aparece en los vídeos de los bonus tracks de ésta página) el asesino se encuentra... lo que no quiere decir que la historia comience, más bien todo lo contrario... es acá donde la envidia, la mentira y la locura comienzan a debatirse entre sí... en contra de sus antónimos. El tiempo se encargará de remover el polvo que las arrugas van surcando en los rostros y con ello descubrir lo que se perdió por la falta de valentía, por no definir lo que se ama y lo que se odia... ahora que el pasado es como un suave cuento de hadas sin horror ni error, es cuando el agua se vuelve más tranquila y permite ver el que en el fondo siempre estuvo la verdad... así parece ser que cuando las cosas se vuelven turbias... es mejor dejarlas que se tranquilicen para ver el fondo con más claridad mientras las cosas decantan.
Saludos a todos.
Bonus Tracks1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmafinitty
3.- Página de la película
4.- La película en Wikipedia
5.-Trailer

6.- Una de las escenas más impactantes