Ayer fué un día de esos qué catalogo como importantes. Fué un día de los qué suelo llamar como gloriosos, os lo resumo muy rápidamente. Simplemente estuve con mí compadre y su hijo Daniel disfrutando de lo qué más me gusta, pasear por Sevilla. Vimos la procesión extraordinaria de la Piedad del Baratillo, posteriormente nos perdimos por las calles, nuestras calles de toda la vida, Muñoz y Pavón, Águilas, Alhóndiga, Plaza de San Pedro, la mamotretica Calle Imagen o la Encarnación. Terminamos la noche en la Plaza de la Maestranza, viendo al Baratillo marcharse hacía Triana y ya despidiéndome de mi compadre le susurré qué mañana viajaría al pasado de lo qué habíamos visitado hoy con este artículo. Ahora sin más dilación, empecemos...
¡Que estampa!, para los qué aún no la sitúen, estamos en el desaparecido Mercado de la Encarnación, lo de hoy en día es un parque temático que nada tiene qué ver. Antaño la fuente quedaba dentro del antiguo mercado y de ella se abastecían de agua los vecinos y tenderos del mercado...
Su suelo era puro adoquin de Gerena, la verdadera piel de Sevilla que tantos sevillanos echamos de menos, más con estas calores donde el negro alquitrán parcheado es una fuente de calor inagotable...
Sobre la fuente que vamos a decir, hoy en día la tenemos escondida tras uno de los pilares que soporta el mamotreto del Metrosolparasol y su nueva función es la de enfriador de pies y cabezas de los turistas que nos inundan...
Pero vamos a dejarnos de rodeos y vamos al meollo del asunto, la fotografía y él maravilloso secreto qué nos muestra, os la pongo de nuevo para ver quién acierta a saber de qué es lo qué estoy hablando...
¿Ya lo han visto ya?, busquen en los detalles, os dejo un pista, un dibujo topográfico de la zona tal y como estaba la zona en él momento qué sé captó está imagen...
Ahora sí, ¿verdad?, ahí lo tiene. Para qué lo visualicen en su mente, estamos dentro del Desaparecido Mercado de la Encarnación, frente a la fuente, justo detrás de nosotros estaría la Calle Puente y Pellon, y delante de nosotros vemos como asoman importantes sobre los puestos del mercado, las cubiertas y la espadaña del desaparecido Convento de Regina Angelorum...
Increíble, hasta ahora solo conocíamos la imagen de la portada parcialmente destruida con lo que nos hacíamos una pequeña idea de su grandeza...
Pensemos en la riqueza interior que conocemos gracias a las crónicas qué se conservan de aquéllos años previos a su derribo, y de lo poco qué ha conservado por los Maestrantes de Sevilla...
Como ya saben, no soy muy ducho en esto de las tecnologías pero para qué podamos hacernos una pequeña idea he unido las dos imágenes y creo qué sí le añadimos algo de imaginación obtendremos una vaga idea de como podía ser en su conjunto antes de su total derribo...