El secuestro de los medios: el desconocido Terry Jones dice que quemará el Corán y crea crisis global

Si se hiciera una película sobre esto, o si se cuenta dentro de unos meses, puede parecer una broma descabellada por idiota o absurda. Pero los hechos de estos días ponen de manifiesto que Terry Jones, un desconocido pastor de una desconocida iglesia, con 50 feligreses en Gainesville, Florida, anunciando una quema del Corán el 11 de septiembre, ha puesto en jaque al gobierno de Estados Unidos y ha conmocionado el mundo musulmán.

O al menos, parece que así ha sucedido.

Porque, en definitiva, todo ha sido un gran montaje -con fundamento en lo dicho por Terry Jones- de los medios, desde Facebook, hasta los periódicos y las televisiones primero locales, luego nacionales y finalmente mundiales.

Esto es algo que cuenta bien John Avlon, cuando en The Media Hijackers, viene a decir que el reverendo Jones ha manipulado a los medios, en nuestra era de internet, como Pavlov hizo al experimentar con los instintos de sus animales.

De hecho, la declaración de anteayer del tal Jones, en el sentido de que iba a renunciar a quemar el Corán, ha sido una noticia global. Uno puede preguntarse por lo que le hubiera costado al tal Jones contratar los servicios de una agencia de relaciones públicas para atraer sobre sí la atención mundial. Pero no hace falta, porque hoy las cosas se hacen de otro modo. En plan "secuestro de los medios".

Basta que aparezcan sus estrafalarias formas en Gainesville, con una puesta en escena más bien cutre, pero con gran aplomo, anunciando la quema del Corán, para que la voracidad de las televisiones, ya preparada para cualquier cosa por los programa llamados "reality-tv", le hagan aparecer en todo el mundo, como algo muy serio que va a ocurrir en Florida. Una nueva guerra de religiones, desatada en Gainesville, Florida, por lo menos.

Cuando en realidad, de ser tal cosa, se trata de algo desatado por los medios.

Basta que el general Paetreus se ponga como muy serio con el asunto y las vidas de sus soldados ante las cámaras y micrófonos; basta que en los telediarios salgan unos cuantos musulmanes quemando banderas americanas y basta que el mismo presidente de Estados Unidos pida -también en tv, por supuesto- que no se haga tal cosa, por esta y esta otra razón, para que se haya creado una "crisis mundial". Crisis sobre la que hacen declaraciones casi todos los países del mundo, incluido el Vaticano, o las inevitables Angelina Jolie o Sarah Palin.

Y basta entonces que el tal Terry Jones, sin moverse de Gainsville, Florida, diga que no va a quemar ningún Corán, para que el mundo respire de nuevo tranquilo. 

Hasta el próximo secuestro de los medios. Porque éstos, por el momento, parecen felices de pasar de un síndrome de Estocolmo al siguiente.

Empezando por el New York Times (Minister Wavers on Plans to Burn Koran):