Por Juan Alonso
Era mediodía, encendí la televisión para escuchar a la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, que expuso de forma digna y sólida ante los senadores de la Comisión de Acuerdos sobre su gestión al frente del BCRA. “Estoy absolutamente tranquila de que el Banco Central actuó con absoluta legalidad. Si si no hubiera estado de acuerdo con el uso de reservas para el pago de la deuda hubiera renunciado, como lo tendría que haber hecho el anterior presidente”, dijo la funcionaria en referencia a Martín Redrado, el economista que saltó a la fama en la década infame.
La actitud de los senadores de la oposición, encabezados por el radical Gerardo Morales, Adolfo Rodríguez Saa del autoproclamado “peronismo disidente” y el ex presidente palíndromo (casi dormido por la fragua); me resultó a todas luces una escena surrealista y patética.
Estos señores de la pompa y de la transa que son los senadores opositores (hay que recordar la Ley Banelco que tanto perjudicó a los trabajadores en la gestión de La Alianza, de la malabarista Patricia Bullrich) asumieron una actitud canalla: aceptaron la presencia de Marcó del Pont –una mujer honorable que nunca se quebró- pero para humillarla. La destrataron con bajeza e hipocresía. Ni siquiera formularon una sola pregunta precisa sobre su gestión. Pero ella les dijo algunas cosas antes de retirarse: “Soy una militante contra las políticas neoliberales y el ajuste”.
El ex presidente palíndromo no soltó una frase coherente y se limitó a merodear el estado de ensoñación casi permanente en el que se lo ve.
Por su parte, el puntano Rodríguez Saa descerrajó una serie de acusaciones sin fundamento frente a una economista que bien podría darle clases de buena educación, decencia y economía.
Pero claro, la corporación mediática no reveló los ribetes del escarnio televisado.
Los llamados “periodistas independientes” no son independientes de quienes les pagan los sueldos para que digan sandeces en cámara. El caso de TN y Clarín: un máquina de impedir con todas las características de un siniestro sistema de presión que busca jaquear al gobierno como sea y cuesta lo que cueste.
No les basta con presionar al Poder Judicial por el caso de la presunta adopción fraudulenta de los hijos de Ernestina Herrera de Noble y ningunear la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo que quieren saber hace años si son o no, hijos de desaparecidos en la dictadura; sino que también presionan para que se impida el cumplimiento de la ley de medios audiovisuales. Ahora quieren que Cristina Fernández de Kirchner se vaya antes de terminar el fin de su mandato. Son golpistas. Y mienten.
A la ignominia de Clarín y sus empleados radicales menemdependientes, Marcó del Pont la enfrentó así: “Soy una profesional que vengo militando hace 25 años en favor del desarrollo económico, de la inclusión, de la industrialización. Permanentemente he estado en la vereda de enfrente del pensamiento neoliberal”, espetó la economista al iniciar cerca de las 13 su exposición ante la Comisión de Acuerdos del Senado.
“El primer proyecto que defendí como diputada en 2005 fue el pago al FMI con reservas del BCRA, es una buena decisión de política económica la utilización de reservas para el pago de la deuda pública”, señaló.
“Públicamente salí a respaldar (el decreto), que me pareció un hecho estratégico y virtuoso que la Argentina contara con este colchón (de reservas) para no ir por las alternativas del ajuste”, sostuvo con firmeza Marcó del Pont.
Y este resulta un punto clave de la discusión política de la Argentina actual.
Con la excusa del uso de las reservas y la tan mentada “constitucionalidad” lo que quieren es condicionar una gestión de gobierno que fue votada por más del 46 por ciento de los argentinos en 2007.
Morales, Elisa Carrió, Carlos Menem, e incluso el socialismo a la violeta rosarino, más la progresía del cineasta Fernando “Pino” Solanas, le están haciendo el juego a los grupos económicos y al capital concentrado. Entre ellos, al Grupo Clarín, que está desbocado (ver la nota que publican con el facsímil de archivo en un encono imaginable con el ex presidente Néstor Kirchner).
Ayer sucedió algo interesante también, que como es obvio, la prensa canalla no difundió.
Ante la comisión de Defensa de la Cámara baja, la ministra de Defensa, Nilda Garré, aseguró que las empresas autorizadas por Gran Bretaña para explorar en Malvinas “pretenden robar los recursos” petroleros argentinos de las Islas.
A la vez, se quejó por la “terquedad” del Reino Unido para discutir la soberanía del archipiélago, y anticipó que el Gobierno pondrá en marcha nuevas “medidas para evitar que las empresas faciliten” la actividad petrolera que ya comenzó en la zona norte de Malvinas.
“Argentina deberá obstaculizar a estas empresas que pretenden robar los recursos argentinos”, subrayó Garré, tras una intervención del diputado de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, que le preguntó: “¨No es Inglaterra una hipótesis de conflicto? ¨Ante quienes se defiende la Argentina?”.
Ante ese cuestionamiento, la ministra aseguró que las Islas se “han convertido en un bastión de la OTAN”, aunque dijo que “la Argentina sigue defendiendo sus derechos”.
“Esta situación de fortalecimiento militar (de Gran Bretaña en Malvinas) y la de búsqueda de petróleo es una decisión contra toda la comunidad internacional”, enfatizó Garré, y recordó que “la Argentina, de acuerdo a su Constitución Nacional, defiende la soberanía por vía pacífica”.
La ministra expuso ante la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, donde defendió sus cuatro años de gestión, e hizo hincapié en las áreas de inversión, formación militar y equipamiento.
Además, presentó un informe sobre el diseño del ciclo de Planeamiento Estratégico Militar, al que definió como un instrumento de gran importancia porque -según dijo- permitirá fijar las prioridades organizativas y estructurales de las Fuerzas Armadas en cuanto a compra o fabricación militar.
Garré señaló que de 2005 a 209 el presupuesto de Defensa fue incrementado en 6.068 millones de pesos, lo que representa un incremento del 114 por ciento.
En la misma línea, la ministra de Defensa explicó la política salarial que aplicó el Gobierno para las Fuerzas Armadas, y señaló que se equipararon los aumentos del personal militar con los que están destinados a la administración pública.
En cuanto a la formación militar, Garré destacó la constitución de la Escuela Superior de Guerra Conjunta y la construcción del Centro Educativo de las FF.AA para unificar las Escuelas Superiores de Guerra de todas las Fuerzas.
Resaltó también la reforma curricular en las escuelas básicas (Colegio Militar de la Nación, Escuela Naval Militar y Escuela de Aviación Militar), donde se introdujeron materias como la enseñanza de la Constitución Nacional, Historia Argentina y Latinoamericana; y Derecho Administrativo.
La concurrencia de la ministra se suma a otros contactos que mantuvo con el Congreso: tres de ellos en 2006, cuando expuso un informe sobre la actividad de la cartera, se reunió con la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia, y luego con la Comisión de Defensa del Senado.
En junio de 2007, Garré también asistió a la Cámara de Diputados para explicar la Reforma del Sistema de Justicia Militar y en julio de 2009, concurrió a la Comisión de Defensa del Senado para informar sobre el proyecto de recuperación de la ex Fábrica Militar de Aviones de Córdoba.
Cuando terminaba de escribir esta entrada, Néstor Kirchner reasumió la conducción del Partido Justicialista (ver links) y reafirmó el rumbo del modelo económico, pese a la poderosa campaña de la oposición que pretende torcer el rumbo como sea.
Fuentes: Agencia Télam, Dyn y N.A
La Nación
Agencia Télam
El Argentino
leyendadeltiempo.wordpress.com