Leí el libro, como les decía, entusiasmado porque siempre he creído en los magos, porque siempre he sentido que algo bueno me espera detrás de cada puerta o en cada amanecer. He recibido golpes en esta vida, pero nada comparable versus los premios que el destino me ha ido dando en cada etapa de la misma. Mi vida ha sido un acto de magia, siempre he imaginado algo y esto se ha convertido en realidad, cuando he tenido contratiempos como lo fue la crisis de este 2009 me pongo a pensar que fue un período donde solo imaginé cosas negativas, me dejé influenciar por todo el mundo, y pagué una factura, y cuando pagamos algo hay que sacarle provecho al costo, así que de la crisis salí fortalecido pues fue una experiencia más.
Hace unos días me preguntaba por este libro, lo suponía perdido para siempre y hoy allí estaba, bajo una pila de libros en el pasillo de casa, esperándome a que llegara a soplarle el polvo y me pusiera a leerlo de nuevo. Raudo y atento he empezado:
“Todo el banquete está en esa primera cucharada, le advirtió“.
Afuera llueve, he preparado café y tengo música zen de fondo, se escucha el sonido de la naturaleza y mis ojos devoran los párrafos del viejo libro de nuevo. Pocos placeres como el de la lectura.
Les recomiendo el libro…