Cualquiera que haya saboreado un delicioso té chino diría que es imposible que dicha bebida pueda guardar algún tipo de relación con el aumento de la adrenalina y el miedo a la muerte. Sin embargo, en el Monte Huashan, en China, se combinan el té y la adrenalina, debido a que aquí está la senda más terrible y peligrosa del mundo, por donde los turistas acceden directamente a una casa de té a una altitud de 2160 metros.
La montaña Huashan está considerada desde el siglo II antes de Cristo uno de los lugares más importantes del taoismo desde que a sus pies se construyó un importante templo taoísta. Desde entonces peregrinos y monjes viven en la montaña y a los alrededores. Una red de senderos permite hacer peligrosas travesías para llegar a cinco picos de la montaña, en cada uno de los cuales se construyó un edificio religioso, como una casa de té. En conjunto, estas cinco picos forman los pétalos de una flor de loto. Los senderos se han reforzado, en vista de la reciente afluencia de turistas, pero, aun así, siguen siendo muy peligrosos y tienen una muy mala reputación. Dicen que transitar por estos senderos le cuesta la vida a cien personas al año.
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