Desde hace algunas décadas, este es un libro obligado en muchos colegios. Tuve la suerte de leerlo en mi época escolar, y lo retomé hace un par de meses cuando, con gran satisfacción vi que mi hija menor se enfrascaba en su lectura, - es una tarea del cole para el lunes, papi, - me dijo.- Entonces la leeremos juntos porque yo tengo ese libro - le dije.- Si, pero tu en la sala y yo en mi cuarto - fue la respuesta final.
El señor de las Moscas es un exámen apasionante del conflicto entre dos impulsos contrapuestos del ser humano. Por un lado, está el instinto de conseguir la gratificación inmediata a todos nuestros deseos. Por el otro el impulso de hacerse de la supremacía por medio de la violencia, sacrificando al individuo en beneficio del grupo.
Este libro narra la historia de unos escolares atrapados en una isla desierta cuando el avión en el que viajaban es derribado durante la segunda Guerra Mundial.Solos, sin supervisión de los adultos, los chicos empiezan por elegir un líder, Ralph, que derrota por muy poco a Jack en la votación.
El conflicto moral que presenta la novela, entre el bien y el mal, el orden y el caos, la civilización y el salvajismo, la ley y la anarquía; está representado por los dos opuestos personajes del libro; con el sensible y sensato Ralph, y el salvaje y carismático Jack.
Cuando los chicos se dividen en dos facciones diferentes, su sociedad en la isla se sumergre en el caos. Aunque algunos actúan pacíficamente, colaborando para mantener el orden y alcanzar objetivos comunes, otros se revelan generando el terror y la violencia.
Asustados, los chicos se convencen que hay un monstruo en la isla y cuando uno de ellos, Simón, comprende que la bestia no es una figura extraña, sino que existe dentro de cada uno de ellos, es cruelmente asesinado en medio de un ritual de éxtasis y pánico de los niños.
Aunque la historia queda circunscrita a un pequeño grupo de chicos en una pequeña isla, analiza cuestiones básicas de la experiencia humana más amplia.
El nombre de la novela se refiere a la denominación que los chicos le dan a la cabeza de un sajino casado por ellos, y que luego clavan en una estaca como ofrenda al supuesto monstruo de la isla.
William Golding recibió el premio Nobel de Literatura en el año 1983. Exactamente treinta años después de haber publica su libro El Señor de las Moscas.