Wakefield (Robin Swicord, 2016. EEUU): adaptación convertida en una rara avis dentro del panorama cinematográfico norteamericano, lo cual ya de por sí proporciona algo de interés a este no extraordinario (le sobra timidez en su planteamiento, quedándose a mitad de camino) pero sí original drama filosófico sobre un hombre (Bryan Cranston, protagonista de la serie Breaking bad) que tras el trabajo regresa a casa, hasta que un día se pregunta para qué regresa a casa… y decide encerrarse en el trastero de su propia casa (que está justo enfrente de la vivienda) para poder así hacer creer a su mujer e hijas, las cuales se dará cuenta que pasan bastante de él, que se ha largado… y espiarlas, dándose cuenta de lo poco que le acaban necesitando debido a su actitud pasota como padre y como marido. Su final completamente abierto deja abierta la reflexión en el espectador. Dirigida por quien escribiera el guión de la maravillosa El curioso caso de Benjamin Button.
Wakefield (Robin Swicord, 2016. EEUU): adaptación convertida en una rara avis dentro del panorama cinematográfico norteamericano, lo cual ya de por sí proporciona algo de interés a este no extraordinario (le sobra timidez en su planteamiento, quedándose a mitad de camino) pero sí original drama filosófico sobre un hombre (Bryan Cranston, protagonista de la serie Breaking bad) que tras el trabajo regresa a casa, hasta que un día se pregunta para qué regresa a casa… y decide encerrarse en el trastero de su propia casa (que está justo enfrente de la vivienda) para poder así hacer creer a su mujer e hijas, las cuales se dará cuenta que pasan bastante de él, que se ha largado… y espiarlas, dándose cuenta de lo poco que le acaban necesitando debido a su actitud pasota como padre y como marido. Su final completamente abierto deja abierta la reflexión en el espectador. Dirigida por quien escribiera el guión de la maravillosa El curioso caso de Benjamin Button.