Lo friki hace no demasiado tiempo era lo extraño, poco habitual, incluso lo extravagante. Se asociaba a los que nos gustaban los cómics de superhéroes, las pelis del espacio, los juegos de rol, los libros de dragones y brujerías, los videojuegos, o varias de estas cosas, o todas juntas y a la vez. Éramos bichos raros. Y la etiqueta solía ser en muchas ocasiones despectiva. Hoy esto sigue ocurriendo, pero en mucha menor medida. Entre otras cosas, porque estas aficiones se han popularizado y son ya habituales. Las tiendas de cómics ya no son los antros de antaño, raro es ir por la calle y no ver alguna camiseta de Star Wars, de Juego de Tronos, o de Super Mario, y en la cartelera no es que siempre encuentres un Scott Pilgrim, pero sueles tener alguna opción. Hemos avanzado de fase. Ya no hace falta esconderse, ya no somos bichos raros. Se ha normalizado la rareza.
Y ya el día que por fin quieran hacer un maratón de Star Wars, ese día sí que será un verdadero Día del Orgullo Friki para mí. Aún son pequeños, pero, parafraseando a Darth Vader, "The Force is strong with this Ones". Y parafraseando a la Guía del Autoestopista, "The device look insanely complicated to operate, Don't panic!".
¡Feliz Día de la Toalla, y Feliz Día del Orgullo, frikis!
¡Que la Fuerza os acompañe!
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P.D.: La respuesta última a la pregunta definitiva sigue siendo 42.
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