En esto de los videojuegos, como en cualquier otro formato de entretenimiento que cuente una historia, hay una posibilidad bastante alta de que los personajes de los juegos que te "marcan" acaben siendo de algún modo "tuyos". No tienen por que ser personajes especialmente bien construidos, ni bien diseñados, simplemente deben ser personajes con la capacidad de hacer que les cojas "cariño" de cualquier modo. Mario Bros y Garrus (Mass Effect) no se parecen en absolutamente nada, uno es un personaje que nació casi por casualidad y que tardó varios juegos en tener una personalidad definida, el otro es un curtido veterano de un cuerpo de seguridad con un gran sentido del honor y del respeto. Aun así siento que ambos personajes me pertenecen de algún modo, esto hace que para mi Mario sea uno de los principales motivos por el que juego a videojuegos, Garrus, por otro lado, es un personaje al que echaré de menos toda mi vida de jugón y si saliera un spin off en forma de precuela del personaje sería un hecho muy importante para mi.
Por eso muchas veces la salida de un juego no significa solo nuevas experiencias o situaciones como jugador, significa volver a encontrarte con "viejos amigos" a los que te apetece de algún modo volver a ver. Pero esto también es un riesgo a considerar importante, no en el caso de personajes estilo Mario, que difícilmente pueden ser estropeados por que trastoquen su personalidad casi anecdótica, pero si en personajes con una carga de profundidad mucho mas acentuada que estos. Los que hayáis jugado a The Walking Dead de Telltale (que deberíais ser todos joder, hacedme caso de una puta vez) entenderéis perfectamente lo que os digo. Todos deseamos volver a ver a Clementine, a saber que es de su vida tras el final de la primera temporada, ver como a evolucionado... pero al mismo tiempo le tenemos pánico a la posibilidad de que en la segunda temporada estropeen el imborrable recuerdo que nos dejó esa pequeña niña adorable en la primera.
Volviendo al caso de Kerrigan nos encontramos con uno de los personajes que mas huella dejó en los gordo peceros de la segunda mitad de los 90. Starcraft fue un RTS que dejó a todo el mundo con el culo torcido, no es que fuera una revolución jugable con respecto a Warcraft II (su teórico predecesor), tenían las mismas bases, pero le añadía una historia mucho mas rica y con personajes mucho mas complejos. En Wings of Liberty Blizzard nos permitió reencontrarnos con Raynor, el verdadero protagonista de la saga y que también ocupa un lugar grande en el corazón de muchos jugones, pero durante toda la historia estás pendiente del inevitable reencuentro de verdad con Kerrigan, el corazón de la historia de Starcraft. Ahora por fin La Reina de Espadas ocupa el papel que la corresponde, el del epicentro del mundo de los videojuegos, ya que ayer cientos de miles (si no millones) de personas estaban pendientes de ella.
Así que mientras me esfuerzo por escribir esto mi mente se va hacia mi Starcraft II Heart of the Swarm recién instalado. No solo por las geniales misiones que seguro que me esperan, de las nuevas unidades y de las nuevas mejoras... si no por que quiero acompañar a mi amiga magnicida en su nuevo camino. Al igual que quiero acompañar a Link, Gordon Freeman, Guybrush Threepwood o incluso al pringado de Snake, por que en cierta manera son personajes que siento mios, como siento mio al Atlético de Madrid o a Han Solo, ¿tonterías de frikis? quizás.
@FastETC