El sentimiento religioso, como otros sentimientos, es una gran fuerza en el ser humano.
Hay gente que no tiene Dios, pero tiene un fuerte sentimiento religioso. Y hay gente que tiene Dios y a veces su sentimiento religioso es escaso. Nosotros explicamos que no hay que confundir el objeto al cual se refiere el sentimiento con el sentimiento mismo. Una persona puede amar a otra y creer que esa persona es lo más extraordinario del mundo. Puede esa persona no ser lo más extraordinario del mundo y sin embargo el sentimiento sí ser verdadero. Uno puede creer en un Dios o en muchos dioses.
Pero nosotros no decimos nada en torno a un Dios o muchos dioses. Nosotros decimos que hay un sentimiento que se orienta hacia la trascendencia, pero nada explicamos acerca del aspecto de la divinidad. Hay entre nuestros amigos muchos creyentes y muchos ateos. Y para nosotros todo está muy bien. Nosotros creemos que negar la existencia de los dioses, es como afirmarla. Nosotros creemos que impedir la creencia es como exigirla. Nosotros creemos en la libertad de la expresión del sentimiento humano. Nosotros no tratamos de acentuar las diferencias; nosotros tratamos de lanzar puentes de comunicación entre los seres humanos.
En otras épocas se hablaba de los pontífices. Los pontífices eran aquellos que tendían puentes entre la divinidad y los hombres. Esos puentes se han roto. Es hora de construir puentes entre los hombres mismos. Pero hay muchos espacios vacíos entre los hombres.
Hay muchas diferencias entre los hombres. Hay diferencias de lenguas, de edades, de razas. ¿Cómo construir puentes, ante semejantes diferencias? Sólo el sentimiento aglutina. El sentimiento es la fuerza que puede movilizar a los conjuntos y ojalá sea detrás de causas justas. Este es el sentido que tiene para nosotros el trabajo con el ceremonial. Para nosotros el ceremonial no está destinado a una divinidad.
Para nosotros el ceremonial está destinado al sentimiento. Nosotros decimos que podemos creer o no creer en Dios; decimos que podemos creer o no creer en la inmortalidad; y decimos también que tenemos libertad para expresar nuestro sentimiento. Esta es una forma de tender puentes entre los seres humanos. Eso es lo que da posibilidad de participar en una misma comunidad con gente de distintas culturas y de distintas razas y de distintas lenguas y de distintas edades. Porque no acentuamos diferencias sino que destacamos la comunidad de sentimiento. Es nuestro problema tender puentes entre los seres humanos…
Fragmento de la charla de Silo en Bombay 1977