La Curia General de la Orden del Carmelo Descalzo, en sesión del definitorio presidido por el P. General Miguel Márquez Calle, aprobó dicha propuesta viendo la conveniencia y necesidad de realizar este proyecto. Los encargados de ello son médicos y científicos italianos. Al frente está el prestigioso profesor Luigi Capasso, director del equipo de expertos que trabajan junto con el dicasterio vaticano de las Causas de los Santos, presidida por el Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de dicho dicasterio. Ya en el año 1991, en pleno centenario de la muerte de san Juan de la Cruz, importante efeméride sanjuanista, se hizo lo mismo con el sepulcro de nuestro Santo Padre.
La Orden del Carmelo Descalzo desde Alba de Tormes y desde la Curia General de Roma por medio del Postulador General de la Orden, está realizando los trámites oportunos en el Vaticano para que, con la autorización del Santo Padre el Papa Francisco por medio del Cardenal Prefecto de las Causas de los Santos, remitida al Obispo de Salamanca, se realice el examen del cuerpo y de las reliquias mayores de la Santa. Desde el centro de la Orden, contamos con la colaboración de Provincial de la Provincia de Santa Teresa de Jesús en España, del Ayuntamiento de la Villa Ducal, de la Casa de Alba, de la Diputación Provincial de Salamanca y de la Junta de Castilla y León.
Por parte de la Orden del Carmelo Descalzo se está estudiando toda la documentación que guarda en sus archivos, especialmente en el del monasterio de las Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes, en lo referente al sepulcro y a las reliquias de santa Teresa de Jesús. Las fechas posibles se determinarán después del verano de 2024, contando con la disponibilidad del equipo científico italiano y de todas las personas implicadas. El proyecto de reconocimiento que se está planeando implicará varios pasos canónicos y permitirá también, durante el año 2025, la veneración del sepulcro teresiano para los albenses y peregrinos.
Comunicado Oficial de la Orden
Las llaves del sepulcro
Para evitar arbitrariedades y descontrol en el acceso directo al sepulcro, separación y sustracción abusiva de reliquias, etc., ya desde el siglo XVII se ideó una especie de sistema de guarda y protección compartida sobre el sepulcro, que gravita sobre todo en la división y distribución de las llaves del mismo, de forma que hasta que -una vez obtenidos los permisos requeridos de Roma- no se da el acuerdo entre los detentores de dichas llaves y éstas no se juntan, no se pueda abrir. Ordinariamente se confían las llaves a personas o entidades, civiles y religiosas, que representen de alguna forma a las partes interesadas.
La situación presente acerca de las llaves del sepulcro teresiano la sintetiza y refleja muy bien la cronista de la comunidad carmelita, cuando afirma escuetamente en un documento del archivo conventual: Las llaves del sepulcro son diez, tres tiene la comunidad, otras tres el Excmo. Señor Duque de Alba, otras tres Nuestro Reverendo Padre General [en Roma], y una del arca interior de plata el Rey nuestro Señor (Archivo MM. Carmelitas, signatura C-9, antes del fol. 35).
Esta es la verdad, aunque de algunas llaves —por precaución— la comunidad carmelita albense —con muy buen criterio, y ya desde antiguo— se haya procurado copia para evitar problemas en caso de pérdida o desaparición y así no hubiera que forzar el sepulcro para poder abrirlo.
La combinación de las mismas corresponde a estos 3 sectores del monumento sepulcral: 3 llaves para la reja exterior de hierro del camarín, lugar bien visible; 3 para la tapa de bronce incrustada en el arca de mármol por la parte anterior que mira al camarín, también ahora visible; y 4 para el arca interior de plata. Este conjunto de llaves —para conceder a todos los representantes la misma potestad de control— se hallan divididas a su vez en juegos da tres para cada delegado o compromisario, y así todos tienen las mismas, una de cada sector (reja + arca de mármol + arca de plata), excepto el caso de la llave real (del arca interior de plata) que es de pura deferencia hacia la persona regia y no es decisiva en el proceso de apertura del sepulcro. Para ser más concretos, los 3 juegos de llaves del sepulcro teresiano actualmente las tienen estas personas y se hallan en estos lugares:
3 llaves la priora de las carmelitas descalzas de Alba de Tormes (Monasterio de la Anunciación);
3 llaves el Padre General de los carmelitas descalzos en Roma (Orden del Carmen Descalzo);
3 llaves el Señor Duque de Alba, antaño depositadas en la capilla del Palacio de Liria, en Madrid y actualmente depositadas en el palacio de Monterrey, en Salamanca (Villa Ducal de Alba de Tormes);
1 llave del arca interior de plata para la monarquía española, que el Rey Alfonso XIII entregó al prior de los Padres Carmelitas Descalzos antes de su exilio y que se expone en las salas de exposición del convento de San Juan de la Cruz; posiblemente una llave de más que está entre el juego de la Casa de Alba, terminando su puño con la corona real, al igual que la entregada por Alfonso XIII, sea una copia que el Duque de Alba, desde el siglo XVIII guardaba como delegado regio (Nación española).