El objetivo del Poder de convertir al ser humano (o de que aproxime lo máximo) en un robot no parece estar muy lejos, esta transformación a nivel cualitativo se presenta en una serie de medidas que intentan anular su pensamiento y voluntad por medio de la propaganda y la coerción sistemáticas, de manera que la persuasión y la opresión formen un binomio de fuerza capaz de quebrar su concepción de la realidad del mundo en el que vive.
Mutilar su visión y percepción de lo real fragmentando la realidad, manipulándola de forma que pase inadvertida, mientras observa los acontecimientos que mediante el caos y la confunsión los medios de comunicación de masas (1) emiten permanentemente para que no pueda percibir los hechos de forma objetiva.En este contexto se altera la realidad y la legalidad de manera que se aceptan todas las medidas represivas que la autoridad estima oportuno implementar en cada momento para modificar la conducta de los individuos y de esta manera ajustarla a las directrices (uniformazación y disciplinamiento de la población) que dicta el Poder.A base de mentiras se ha forjado una sociedad que ha perdido el sentido de la realidad, la manipulación es la constante de la dominación y el resultado es la inacción ante la degradación y la catástrofe de la civilización.
1- Los medios de comunicación de masas cumplen la función de persuasión y adoctrinamiento que cumplían antes las fuerzas de de seguridad del Estado para que se obedezcan y acaten las leyes represivas que dictan para organizar la sociedad. Por eso motivo la sociedad en general no puede percibir de forma clara el grado de sometimiento. El encanallamiento, enbrutecimiento y la degradación de la sociedad se ve claramente con el contenido que emiten permanentemente en la actualidad los medios de comunicación de masas. El individuo moderno vive permanentemente en la hiperrealidad creada por los medios de comunicación e Internet, es decir, una realidad virtual de la que no es capaz de desprenderse y por lo tanto la acaba asumiendo como la realidad en la que vive debido a la incapacidad en el discernimiento de lo que es verdadero o falso.