Revista En Femenino

El sexto sentido de eva o el extraño caso de la depilación del “eso” de p. (1)

Por Puramariacreatriva

EL SEXTO SENTIDO DE EVA O EL EXTRAÑO CASO DE LA DEPILACIÓN DEL “ESO” DE P. (1)

Hace tan solo cinco minutos que a escondidas, desde este baño minimalista, con falsas caracolas marinas, en realidad jaboncitos top fashion, toallitas húmedas y un cestito superpijo repleto de tampones y aves-compresas, es decir, compresas ultrafinas-y-aladas, entre otros artículos de decoración, he telefoneado a mi adán. Imagino que habrá puesto una cara de sorpresa similar a la que experimentó, según él de modo involuntario, en los instantes posteriores al  momento “me quiero morir” en el que recibió la noticia de la consecuencia de la victoria de su amadísimo Barça en la final de la copa de la liga. Su alegría desmedida provocó entonces en mi interior un embarazo doble, un par de gemelos monísimos, y bordes como la retama, que hoy tienen, además de 6 play stations y una equis-pes-se-pes, o cómo se llame, 8 añitos.

-Cariño, en cuanto tengas unos minutos, ve al video-club y consigue todas los DVD de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS, le he dicho en cuanto ha descolgado el auricular del teléfono, te dejo, que estoy con C., finalizando nuestra cumbre de emergencia…luego te veo…no olvides las pelis…que sí..yo tambiém…sí, hijo…sí…

Al otro lado del rinconcito que había hecho las veces de cuartel secreto, para ponerme en contacto con el exterior, estaba mi amiga C., fumando como una chimenea, pegando mordisquitos a la chocolatina que la camarera rubia del café había puesto “involuntariamente” en el platito, con forma triangular, sobre el que se apoyaba la taza, con la misma forma geométrica e idénticamente jodida de sujetar. Siempre me ha parecido un indicador de la malalechitis que podemos alcanzar las evas el hecho de que, cuando es otra eva quien te prepara un café en un ídem, te coloque una partícula chocolatera de 2.500 calorías para acompañar el café y, para joder más, te pregunte eso de: ¿azúcar o sacarina? Hija de tu madre…tú lo que quieres es que me ponga como un tonel y liquidarte una competidora en potencia….serás vibora… Por el contrario, cuando veo un café servido sin chocolatina, y con una taza que no está muy bien fregada,  lo tengo claro: quien lo ha preparado es un adán…Y, ojo, que para ser objetiva he de reconocer que ya he descubierto que no es que adán tenga piedad y conmiseración de nuestra propensión al engorde y, por este motivo no nos obligue a ingerir la pecaminosa materia cacaótica, sino que adán es el puto amo de la multitudinaria y machística secta del “venga, móntatelo ligerito y simple”.

C., con mirada casi lujuriosa, contemplaba los trocitos en los que había dividido la chocolatina, digo yo que realizando operaciones aritméticas extrañas y novedosas, sumatorias, divisorias y todas las –orias del mundo, para entretenerse los remordimientos y hacerse la falsa ilusión de ingerir menos calorías si los trocitos eran de  tamañoreducido. No importa que fórmula matemática estaba gestando su mente, antes de que yo me sentase frente a ella, la conversión de la materia en fluido volátil se había producido y del chocolate quedaba lo mismo que me queda a mí de esa niña de melena brillante y cuidad que tomó, un día cercano a la era glaciar, el sacramento de la primera comunión: nothing, ni la cabellera…

El día anterior, C. había estado con una amiga en común, P., a la que hacía más de un mes que no veíamos. Lo que había sucedido en esas horas en las que C. y P. habían estado juntas había generado la convocatoria inexcusable de una cumbre de emergencia, es decir, una reunión tipo LA CLAVE, en la que el papel del pobre de José Luís Balbín recaía, por falta de quorum, en la que os escribe mientras que la entrevistada o parrot-interviewer, que en English queda mucho más top y es un must que no está out sino in, era ELLA, C., que en la altura conversacional en la que estábamos se parecía más a Oprah Winfrey, a pesar de que a diferencia con la obesa americana, mi amiga C utilizaba una talla 40, aunque ella proclamaba una 38 por si colaba. El perímtero carnal de C. duplicaba al de Oprah por un solo motivo:estaba experimentando un ataque AGUDO de protagonitis.

Ahora que la cumbre evística estaba a punto de finalizar, tras varias horas, cosa que probaba mi culete al haber adquirido una extraña forma de silla, reparaba en que el tema central de aquella reunión bilateral había sido único: hablar sobre nuestra amiga común, la pobre P., que casi con total seguridad andaría, en esos momentos, trabajando o comprando, seguro que comprando, para que vamos a disimular, desconociendo casi por completo que “su amiga del alma” iba  a comentar, eufemismo en toda regla del término “pelar”, “pequeños detalles un poco íntimos sobre su vida”.

El simposium a dos bocas, la de C. y la mía, que había originado la llamada a mi adán y el aparentemente extraño encargo de las pelis del LORD OF THE RINGS había comenzado, horas antes de un modo peculiar, como todo en lo que C. participaba.

-Es alucinante. Lo que te has perdido…tenías que haber visto lo que vieron mis ojos…

Joder, pensé, menuda manera de empezar. A ver si además de tener que aguantar a ese híbrido entre Maria-Teresa-Campos y María-Patiño-de-la-última-vena, en el que se estaba convirtiendo mi amiga C. para “radiarme” las ultimísimas noticias de P., tenía que dejarme arrancar los ojos porque a C. se le había antojado que mirase la realidad con los suyos “propios”.

No me atreví a pestañear: no era plan que desprotegiera los preciados órganos de mi vista, por si las flies, y, por otro lado, sabía que si interrumpía a C. corría un serio riesgo de convertirme en ornamento de aquella cafetería, telarañas incluidas, ya que el relato de los hechos podía alargarse sin que C. se levantase de su asiento antes de unos 4 meses de ininterrumpido parloteo.

C. comenzó la descripción de los ”hechos”, después de zarandearse el cabello con un gesto que le quedó tan natural como los pómulos de la Tita Cervera o las tetas de su nuera, en este caso sinónimos casi exactos:

-Tú ya sabes cómo es P. Ella no es como nosotras, hija, va por libre y es muy suya, pero aún así es buena gente…

Siempre he pensado que sobre la amistad entre las evas-amigas debería hacerse un estudio bien requeteserio para el que serviría, me temo, parte de la bibliografía de la que se consulta para rodar las escenas de terror de CHUCKY, EL MUÑECO DIABÓLICO. La eva-amistad se parece al espíritu que se esconde tras la letra de LA TARARA, haga lo que haga la eva-amiga, difícilmente acertará con lo que la “otra” espera de ella

-Como hace más de un mes que P. no me llamaba y no había venido a las últimas cenas…me olía que algo le pasaba, así que, hace una semana, le llamé y …adivina dónde la pillé…

La verdad, si a Rappel los espíritus  le facilitaban las mismas pistas que C. me estaba dando para averiguar la información que “sutilmente” estaba requiriéndome…apañado iba el citado engendro de la túnica…Joder, cómo eché de menos al Carlos Sobera, y su cejamóvil…él si que te ayuda con los putos comodines esos con los que te soborna, o soberna, no sé muy bien qué término es el más correcto en su caso.

-P. estaba en…PELOS!!!

Sí, definitivamente, debía organizarme para adquirir en la teleshop un WHISPER XXXL y mejorar, que no mejoder, mi audición, ciertamente perjudicada…Habría querido decir en cueros, no en pelos, ¿verdad?

-En PELOS, tía, EN PE-LOS…la fragmentación silábica que C,. estaba llevando a cabo indicaba, sin ningún género de dudas, que el tema era SE-RI-O y mi falta de audición…una falsa alarma

-¿Te imaginas  a P. haciéndose la depilación a láser…hasta de “ESO”?

PELOS, según deduje, era el nombre de la franquicia encargada de “despelechar” a las evas peluditas o pelud-osas, que sería la palabra ad-hoc.

Aquello ya era sospechoso: ESO. Había dicho ESO… ¿se estaría refiriendo C. a que P., vaya lío de siglas, por cierto, había vuelto a matricularse en un Instituto de secundaria a estudiar la fase educativa denominada fase purgatorio, que así es llamada la ESO, por no ser ni chicha, la primaria, ni limoná, el bachillerato?

-¿Te imaginas  a P. haciéndose la depilación a láser…hasta de “ESO”?

Al reiterar las tres letritas de lo que no eran unas siglas, sino…”la bomba”, reparé en que C. estaba refiriéndose al ESO de P. a su ESO, a ESO que ella y todas las Evas tenemos entre los muslos.

-JODER, exclamé…¿P. depilándose su ESO,? ESO si que es GOR-DO

No estaba haciendo referencia al tamaño y grosura del ESO de nuestra amiga P., que como en la mili, tamaño se le suponía, sino al TE-MA, al detalle de que a P. algo o alguien la estaba trastocando hasta el punto de haber decidido consagrar su ESO, la parte ESA de su ESO, de su cuerpo, a la tribú de los “arrapajoes”, digo “arrapados”, digo “rapados” o qué-sé-yo… Madre mía, P. con su ESO depilado…vaya tela….si eso era solo el inicio del TELEDIARIO que C. iba a relatarme…¿cómo sería el resto?

TO BE CONTINUED…


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