El show debe continuar

Publicado el 30 diciembre 2014 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

Hoy no me da la gana de ponerme ni triste, ni melodramática, ni romántica en exceso, hoy no. Y es que ayer llegó a mi dirección de correo un mail bastante curioso de un lector de mi blog que me ha hecho pensar en esto. Esta canción me hacía falta a mí y también a vosotros.

Y después de leerlo (llegó a la 1 de la mañana…hay gente que trasnocha tanto como yo) me quedé pensando en lo estupendo que es saber que hay gente de cualquier parte que se siente identificado con muchas cosas de las que una escribe.

En ese momento una se da cuenta de que no está sola (mal de muchos consuelo de tontos, ya lo sé) pues hay muchos corazones rotos, averiados, con el motor “gripado” pero que siguen latiendo aun a pesar de su dolor y de las heridas sufridas y de los trozos de recuerdos que se han quedado incrustados.

Yo no soy ni más ni menos que una rubita de 32 años a quién el 2014 le ha cambiado la vida de forma radical (una ruptura después de 10 años no es para menos) y a quién nunca le ha dado la gana de callarse la boca, no decir lo que uno siente no hace más fácil olvidar y como no puedo callarme (me pierde la boca…me lo dice todo el mundo) ni lo que siento ni lo que vivo… escribo.

Escribo sobre todas esas cosas que me pasan a mí, pero que estoy segura nos han pasado a todos y a quién todavía no le haya pasado… siento decirlo, pero le pasará.

Nadie es inmune a los efectos de la vida y a todos nos deja una huella profunda cada historia vivida a nivel particular.

No hay historias iguales, no hay dolores comparables ni desengaños que estén por inventar… Las reglas del juego son las mismas para todos los mortales y hasta el más rico puede sentirse el ser más pobre y hasta el más listo puede llegar a convertirse en el más torpe.

Lo peor, es que nadie está preparado para esas situaciones en las que una persona desaparece de tu vida y te quedas con esa sensación de vacío como si fuese a llevarse con ella “la luna debajo del brazo” (título de una canción de Quique González).

Además de ese mail donde leí muy gratas palabras, recibí en mi página un comentario con un enlace a un blog… o a una historia ( está en el post “No esperar nada de nadie ¿Será verdad?” recomiendo visitéis el enlace del comentario).

No sé cuanto de realidad ni cuánto de ficción hay en ella… pero resulta difícil sentirse indiferente después de leerla.

A mí, sólo me confirmó que no estoy sola, que somos muchos los que sentimos ciertas cosas, que quizás este blog “Cosas que nadie te dice” tiene los lectores que tiene y va genial (porque va de maravilla gracias a vosotros) por esto: Porque digo lo que pienso, porque no escondo lo que siento y porque muchas personas se sienten tremendamente incomprendidas en algunos aspectos y aprenden a reírse como yo lo hago (porque mira que me rio… tendríais que oírme cuando releo mis post…con acento gallego) de todas esas situaciones en las que llorar hubiese sido lo normal… pero no iba a solucionar ni el dolor ni a modificar los hechos.

Y como no voy a ponerme triste, sino al contrario…feliz por servir de “momento divertido” cuando alguno de vosotros lee situaciones y piensa: ¡Cuánta razón tienes rubita!! ¡Y yo pensando que esto sólo me pasaba a mí!

Pues no, nos pasa a todos y a todas… Así que aquellos que me leen y espero que en adelante lo sigan haciendo, por favor… Esta casa (que es mi blog) está abierta para quienes sientan el deseo de escribir, de comentar y de explicar cualquier cosa que sientan en cualquier momento (Estoy ansiosa por saber que sienten y opinan los lectores que están al otro lado del Atlántico… ¡Porque hay argentinos, peruanos, mexicanos, colombianos, chilenos… siguiendo este blog que ni te cuento!) 

Es la mayor de las satisfacciones cuando escribes un post… Saber que en alguna parte alguien te está leyendo y le has sacado una sonrisa (o al menos media sonrisa) o se siente identificado con tus pensamientos.

Miles de gracias a quienes se sienten como yo en estos momentos llegan a mi blog todos los días. Ahora bien, la rubita no pierde ni la fe, ni la esperanza ni las ganas… ¡Que de amor ya no se muere! ¡Que no me entere yo (así hablaría mi madre) que alguno de vosotros pierde alguna de esas cosas! Como dice Freddy Mercury: “The show must go on (El show debe continuar) Pues eso… adelante.

Yo pienso seguir escribiendo en los días tristes, en los días malos, en los días grises… pero también lo haré cuando esté alegre y quiero que estéis ahí para reíros de mis gracias y mis chistes.

 A todos los que participan en este blog (de la manera que sea) y a los que pierden unos minutos en escribirme, muchas gracias y nos vemos en el 2015 (a falta del último post, que publicaré mañana para despedir mi “Annus Horribilis”)