Ingenuos e ignorantes, muchos pensábamos que la ciencia ayudaría a vencer la enfermedad y la guerra, que la Humanidad avanzaría hacia el progreso verdadero y que el mundo de nuestros hijos y nietos sería mucho mejor. Pero nos hemos topado de frente con la porquería que los gobernantes del mundo siembran y esparcen, con un mundo inseguro, amenazante, sin certezas, plagado de mentiras y gobernando por bandas de delincuentes disfrazados de políticos.
Desde principios del siglo vemos con pánico aparecer una nueva enfermedad cada año, que afecta y amenaza la supervivencia de los humanos.
La virtud huye de nuestras vidas, el amor ni se menciona en el discurso mundial, el comunismo, que es la doctrina política más cruel y asesina de la Historia, avanza por todos los pueblos y naciones, disfrazado de cultura progre, feminismo, y socialismo.
Los malditos políticos del siglo del miedo, pervertidos y desnortados, hasta quieren matar a Dios y dejar a la Humanidad huérfana de trascendencia.
Los gobiernos han perdido el miedo a la ley, después de haber desarbolado la democracia y limado sus dientes. Los delincuentes que se han apoderado de los estados y gobiernos ya no le temen a los ciudadanos y son los ciudadanos los que siente pánico ante el poder ilimitado de los políticos.
El mundo es una pocilga, aunque muchos no perciban toda su inmensa bajeza porque los medios de comunicación y propaganda anestesian las mentes y ocultan la verdad lacerante y siniestra de un planeta que parece haber renunciado a los grandes logros y conquistas que sirvieron para edificar el Estado de Derecho y la democracia.
Los corruptos son los dueños del mundo y los partidos políticos se parecen cada día más a bandas de facinerosos.
Países que parecían sólidos, como Alemania, Francia, Inglaterra y España, tienen sus ciudades invadidas por gente llena de odio y revancha, muchos de ellos peligrosos delincuentes.
España está gobernada por un banda de socialistas rufianes que conducen el país hacia la ruina y el fracaso.
Las calles de muchas ciudades están sembradas de asesinos, violadores, ladrones y drogadictos. La gente es apuñalada y la policía se siente impotente frente a los ejércitos de inmigrantes hostiles que llegan para conquistar, delinquir y sabotear el mundo que les acoge.
Como ciudadano, te sientes inerme y desprotegido y no saben a donde mirar para encontrar consuelo.
El siglo XX, el de los estados asesinos y dictadores criminales, culpables de asesinar a más de un centenar de millones de personas, podría ser superado en bajeza y maldad en este nuevo siglo del miedo, que está imponiendo su ley del terror desde su vanguardia mas criminal, que es la clase gobernante.
¿Estamos perdidos o todavía podemos esperar civilización, paz y bien?
Francisco Rubiales