En aquel tiempo Satanás no era el gobernador de este mundo, ni tenía ningún sentido de dominio sobre él. Esa responsabilidad les había sido otorgada a Adán y sus descendientes. En el centro del jardín estaba el árbol de la vida, y Adán podía comer libremente de él y de cualquier árbol del jardín, con excepción del árbol del conocimiento del bien y del mal (ver v. 15-17). Si Adán y Eva hubieran elegido vivir dependiendo de Dios, hubieran vivido para siempre.
Todo lo que Dios había hecho era bueno (ver Génesis 1:31) salvo por una cosa. Dios dijo: "no es bueno que el hombre esté solo" (Génesis 2:18). Adán no encontraba un compañero adecuado cuando iba poniendo nombre a los animales. Por lo tanto Dios creó una "ayuda idónea para él" (v. 18). Y ella y Adán estaban desnudos y sin sentir vergüenza (ver v. 25). No había pecado en sus vidas y ellos no tenían nada que esconder.Adán y Eva podrían haber mantenido una relación sexual íntima en presencia de Dios. Eran amados y aceptados incondicionalmente, y tenían un sentido de pertenencia no solamente hacia Dios, sino también uno para con el otro.
También estaban seguros y a salvo en la presencia de Dios, tanto física como psicológicamente. Eran hijos de Dios que estaban íntimamente relacionados con su Padre celestial. Su tarea era fructificar y multiplicarse en número; llenar la tierra y dominarla (ver Génesis 1:28). Ninguna otra criatura había sido creada a la imagen de Dios. Las aves del cielo, las bestias del campo y los peces del mar, todos operan de acuerdo a un instinto divino. Adán y Eva tenían la capacidad de pensar, sentir y elegir. Fue la intención de Dios que los descendientes de Eva, "la madre de todos los vivientes" (Génesis 3:20), formaran una cultura humana que fuera una expresión de la humanidad portadora de la imagen de su Creador, y que vivieran como siervos de Dios en el gobierno real de Dios. Ningún otro ser creado tenía una importancia así.
Toda la creación en su forma original es solamente un reflejo del Creador. La Biblia claramente enseña que hay un mundo invisible, espiritual, desde donde el mundo visible obtiene su significado. "No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas" (2 Corintios 4:18). Nuestra existencia tiene significado y lo mantenemos en tanto nos quedemos íntimamente conectados a la fuente invisible de la vida. Nuestra fe en el Dios invisible es el único medio por el cual podemos resistir los poderes seductores del mundo visible.
Pensamiento para el día: ¿De dónde obtiene significado su vida?
Tomado del libro "El mentor" de Neil T. Anderson
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