Puede tratarse de una estrategia, ya que según algunos expertos en comunicación a veces dejar que las aguas se calmen es el mejor antídoto para pasar de puntillas en un asunto espinoso. Sin embargo, todo parece indicar que en el PP aún no tienen claro la estrategia a seguir.
El vicesecretario general de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, ha negado , por activa y por pasiva, que la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, esté cuestionada y ha asegurado que "todo el partido la respalda", añadiendo que en el partido se está viendo "ese asunto, estamos todos de acuerdo y tendrán ustedes novedades cuando haya decisiones", y concluye que el retraso a dar una explicación se basa en "lo que exige la prudencia y los análisis serios".
No sabemos bien qué se ha querido decir con "prudencia y análisis serios", la realidad es mucho más apabullante: las explicaciones que brindó Mª Dolores de Cospedal sólo han dejado una opinión pública crítica con los populares y, por cercanía, también al Gobierno, que tiene que lidiar en las ruedas de prensa institucionales con la pregunta sobre el "caso Bárcenas" y esos pagos en diferido.
Es una crisis de comunicación y el mejor antídoto es dar explicaciones, sometiéndose a una rueda de prensa en donde los periodistas pueda preguntar sin cortapisas. La imagen que se dé será positiva, explicativa y de colaboración con la opinión pública, sin miedos ni nervios por quedar bien, con un lengua sencillo y directo, sin entrar en argumentos jurídicos. Se debe actuar con claridad, precisión y rapidez, sin titubeos. La persona que debe dar este tipo de explicaciones es la propia secretaria general del PP, Mª Dolores de Cospedal.