Número de páginas: 480
Sinopsis: Tasio Ortiz de Zárate, el brillante arqueólogo condenado por los extraños asesinatos que aterrorizaron la tranquila ciudad de Vitoria hace dos décadas, está a punto de salir de prisión en su primer permiso cuando los crímenes se reanudan de nuevo: en la emblemática Catedral Vieja de Vitoria, una pareja de veinte años aparece desnuda y muerta por picaduras de abeja en la garganta. Poco después, otra pareja de veinticinco años es asesinada en la Casa del Cordón, un conocido edificio medieval. El joven inspector Unai López de Ayala —alias Kraken—, experto en perfiles criminales, está obsesionado con prevenir los crímenes antes de que ocurran, una tragedia personal aún fresca no le permite encarar el caso como uno más. Sus métodos poco ortodoxos enervan a su jefa, Alba, la subcomisaria con la que mantiene una ambigua relación marcada por los crímenes… El tiempo corre en su contra y la amenaza acecha en cualquier rincón de la ciudad. ¿Quién será el siguiente?
Una novela negra absorbente que se mueve entre la mitología y las leyendas de Álava, la arqueología, los secretos de familia y la psicología criminal. Un noir elegante y complejo que demuestra cómo los errores del pasado pueden influir en el presente.
Opinión personal
Recuerdo que vi entre las novedades de la editorial esta novela cuando salió a la venta, hace ya casi un año, y aunque me pareció interesante, son tantas las novedades que aparecen que, al no hacerme con ella en su momento, acabé por dejarla pasar. Estas navidades una amiga se hizo con ella, y eso volvió a recordármela y ponerla en el punto de mira. En cuanto empecé a leer las primeras páginas, ya no pude soltarla.
Existen tantas novelas policiacas hoy en día que siempre agradezco encontrarme con una que sea diferente a las demás, con la que tenga la sensación de que estoy leyendo algo que se sale de lo corriente o que tiene elementos que la hacen diferenciarse de otras tantas. Y esta novela te muestra su primer rasgo particular en las primeras páginas, durante su prólogo. En él, y en primera persona, el protagonista de la novela cuenta que ningún investigador espera acabar siendo víctima del asesino que buscaba, y tras eso comienza a narrar los hechos que le han llevado a acabar con una bala en la cabeza.
Un policía nunca espera cerrar un caso siendo la última víctima del asesino en serie que tiene aterrorizada a la ciudad, pero la vida tiene formas muy creativas de jugártela. Y... sí; yo no salí bien parado.
Una forma curiosa de empezar a narrar una historia, ¿verdad?. Después de esta pequeña introducción, se presentan en forma de capítulos, todos ellos con nombres de calles y lugares de la ciudad, los detalles de la investigación que está a punto de llevarse a cabo. La semana de fiestas de Vitoria está a punto de comenzar, pronto las calles y los bares se llenarán de jóvenes celebrando, y en medio de ese ambiente festivo, nuestro protagonista y narrador, Unai López de Ayala, inspector de policía en la ciudad, recibe una llamada alertándole de que han aparecido dos cadáveres en la Catedral Vieja. No tararán en darse cuenta de que el crimen sigue unos patrones que ya se repitieron hacía veinte años: un cadáver de chico y otro de chica, ambos acostado de medio lado, mirándose y con la palma de la mano de uno sobre la mejilla del otro, en un cariñoso gesto de consuelo. Hacía veinte años se habían producido cuatro crímenes con la misma puesta en escena, encontraron al culpable, Tasio Ortíz de Zárate, un mediático y carismático arqueólogo local, lo que supuso una gran conmoción en la sociedad. Ahora, a pocos días de que sea puesto en libertad tras cumplir su pena, aparecen dos nuevas víctimas. ¿Acaso no culparon al hombre correcto, o está trabajando con alguien desde la cárcel?
Junto a Unai, se encargará de la investigación Estíbaliz Ruiz de Gauna, también inspectora y además, amiga del mismo. Tendrán por delante el doble reto de resolver el asesinato actual, cuestionando además todos aquellos ocurridos hace veinte años, a la par que lidiar con la prensa en un caso que tendrá en jaque a toda la ciudad.
Esta es una de esas novelas que el lector merece descubrir en primera persona, por lo que no contaré más sobre su argumento. Lo que si me gustaría destacar y admirar es la mezcla de la propia historia de los asesinatos, con la arqueología y las leyendas de la ciudad. Este tipo de novelas te hace disfrutar el doble, pues además de formar parte de una investigación que te mantiene pegada al libro durante horas, aprendes y te sumerges en la historia viva de la ciudad, en el pasado y en el presente, en las tradiciones, en el estilo de vida de sus habitantes, en sus calles... Te ofrece una dimensión más dentro de la propia narración, y eso a mi, personalmente, me encanta.
Por lo tanto, recomiendo esta novela a aquellas personas que buscan una lectura que enganche, que mantenga el ritmo y que vaya a más cada capítulo, y especialmente a aquellas que, además, saben valorar una buena ambientación y un gran trabajo de documentación. Yo por mi parte esperaré impaciente a que salga la nueva entrega de esta Trilogía de la Ciudad Blanca; "Los ritos del agua".
*Con esta reseña, además, participo en la Yincana Criminal 2017, en la categoría "novela policiaca".