Teniendo por escudero a un campesino ilustrado, Don Quijote salió un día de su casa para luchar contra sus enemigos. Ciento cincuenta años después, Toby Shandy convirtió su jardín en una gran maqueta de un campo de batalla; allí, se entregaba a los recuerdos de su juventud guerrera, fielmente asistido por su sirviente Trim. Éste cojeaba exactamente igual que Jacques, quien, diez años después, entretuvo a su amo durante su viaje. Era tan terco el parlanchín como, ciento cincuenta años después, en el ejército austrohúngaro, el ordenanza Josef Svejk, quien entretuvo y horrorizó a su amo, el lugarteniente Lukac. Treinta años después, esperando a Godot, Vladimir y su sirviente se encuentran ya solos en el escenario del mundo. El viaje ha terminado.
El sirviente y su amo atravesaron toda la historia occidental moderna. En Praga, ciudad de la gran despedida, oía alejarse sus risas. Con amor y angustia, me aferraba a esas risas como se aferra uno a las cosas frágiles y perecederas, y que están condenadas.
Milan Kundera
Prólogo a Jacques y su amo
Homenaje a Denis Diderot
París, julio de 1981
Película: The Servant, 1963
Joseph Losey
Guión de Harold Pinter