El sistema cubano

Por Bbecares

1. Los sueldos y el coste de vida

Desde que regresé de Cuba muchos me han preguntado sobre qué opino del sistema. Llama la atención lo que pasa por allí. Y eso que mucha gente con la que he hablado no sabían que el sueldo para un trabajador del estado, aunque sea un gran profesional de una buena carrera, es de 25 CUC (más o menos equipáralo al dólar). Ese dinero viene acompañado de una cartilla de racionamiento, para cada miembro de la familia cercana, que lleva 2,5 kilos de arroz para el mes, 250 gramos de fríjol, 6 huevos,  250 gramos de pollo (creo recordar), algo similar de cerdo, leche si en la casa hay un niño menor de 7 años, algo de sal, de azúcar de aceite, y pan. Creo que eso era. Ya. ¿Da eso para comer un mes?

Y, os lo digo yo, que lo vi, la comida no es tan barata.

Entonces, que ¿qué opino? Pues mirad a ver. Entiendo el comunismo, pero también entiendo que la gente tiene que comer. Para el régimen del país, casi todo es considerado lujo. Hasta comer carne de vaca lo es. Si pillan a un cubano matando una, puede acabar en la cárcel. Comer se come, poco porque es cara, pero siempre con cuidado de que no les pillen.

2. Lo bueno

Hay unas cosas que sí me gustaron. Una es la igualdad. Viviendo en Colombia, lo que más me choca es la tremenda desigualdad que existe y el universo que hay entre los que tienen dinero y los que viven en la miseria. No se mezclan, a no ser que el pobre sea un empleado de hogar o un encargado de la seguridad de un buen edificio. En Cuba, más o menos, todo el mundo gana igual (el que tiene más

Precios en pesos cubanos

ingresos es porque tiene familia fuera o porque tiene visado para salir y hace negocios de importación-exportación), así que puedes ver a gente con buena profesión reconocida subiéndose a un taxi colectivo con los demás. Algo que dicen que en resto de América Latina tampoco es común.

Otra cosa que me gusta es la seguridad. Probablemente Cuba sea el único país de la región donde una persona pueda caminar sola por la noche, por calle, incluso a oscuras y sentirse tranquila. Como todos los ciudadanos tienen más o menos lo mismo y todo el mundo está protegido por el sistema, aunque la protección sea demasiado básica, no hay esa violencia que existe en otros lugares de la región para quedarte con lo que no es tuyo. Esa seguridad en las calles, lleva a que siempre haya gente sentada a la puerta de su casa, da igual la hora, charlando con los vecinos, cuidando a los niños mientras juegan, comiendo una pizza en alguna de esas casas que sirven comida a través de su ventana…

Finalmente, me gusta que se ve poco indigente durmiendo y maltratado en las calles. Haber hay, como en todos lados, pero muy pocos en comparación con lo que uno se puede encontrar en otros países vecinos y es que al fin y al cabo, aunque poco, todos reciben para comer.

3. Lo malo

Sin embargo, la gente, aunque es gente alegre que se ríe por todo, porque al fin y al cabo nacieron en el Caribe, siempre están como frustrados. Sólo tienes que hablar con alguien dos minutos para que se ponga a lamentarse de cómo están las cosas, de lo poco que ganan, la falta de oportunidades y lo que, es peor, la dificultad para poder cumplir los sueños.

La gente se prepara en buenas universidades, pero luego no tiene la opción de desarrollarse profesionalmente, recibiendo una compensación a cambio que te haga vivir más cómodamente, la oportunidad de tener unas buenas vacaciones dentro de su propio país (aunque seas un gran médico, trabajes muchas horas al día en los mejores

Estos maravillosos coches son lo que en Cuba le llaman ‘máquinas’

hospitales, seguirás recibiendo un salario demasiado bajo que te hará seguir preocupándote de contar bien las monedas que gastas al día) y de cumplir sus metas (la mayoría de la gente sueña con conocer otros países u otras regiones dentro de la misma Cuba y no puedo. Lo primero porque está prohibido, lo segundo, porque es costoso). Por ejemplo, os cuento el caso de dos amigos, una pareja joven, que ambos estudiaron ingeniería de software. Una profesión de futuro en cualquier lugar del mundo, menos en Cuba donde ni siquiera hay trabajo para ellos porque la existencia de Internet es prácticamente nula y, por ende, los equipos tecnológicos. Ambos hicieron el servicio social que el sistema comunista obliga, donde llegaron a buenos puestos de trabajo. Ella acabó siendo directora de la gerencia de los hospitales de su provincia, pero ganando 12 CUC mensuales, menos de lo normal porque era servicio social, y, bueno claro, la cartilla de racionamiento.

El sistema comunista, aunque ya está comprobado que no funciona, que es una utopía cuando viene impuesto a gente que no cree en él, tiene ideales bonitos como la igualdad, el hecho de compartir, de tener educación gratuita… y eso en Cuba, en la práctica parece que lo hay. Pero veo dos hecho que me parecen terribles:  la lucha constante por ganar un pesito más para poder comer algo un poco más rico y la dificultad para poder hacer un sueño realidad, por mucho que luches.

No nos olvidemos de toda la gente que habrá muerto y la que se juega la vida para llegar a tocar el suelo de Florida. Alguien tiene que verse muy desesperado para hacer algo así. Y precisamente, lo que más persigue el estado cubano, (que es fomentar el odio a Estados Unidos, la imagen del vecino como un enemigo) es lo que anhelan la mayoría de los habitantes de Cuba. Un ejemplo más de que, o el estado no quiere ver la realidad o simplemente no les importa más que ganar mucho dinero.

4. ¿Será millonario el estado?

Y es que, lo que más me molesta del sistema es que el estado ha de ser realmente millonario. El turismo en Cuba es de lujo y esas empresas que instalan sus resorts de cinco estrellas, en la costa de la isla, tienen que dar la mitad de sus acciones al gobierno. Por otro lado, la gente con pequeños negocios (una casa de alojamiento, una peluquería para las vecinas, un salón equipado para poner uñas o hacer la manicura) tiene que pagar muchos impuestos al estado para poder mantenerlos. Estos impuestos se basan en una cuota fija mensual, más el 10% de lo que ingresan. A la cuota fija, si no consiguen llegar, sólo les queda hacer horas extra. En cuanto al 10%, lo que les queda es engañar y mentir sobre lo que han ingresado.

Dicen los cubanos que en esa isla, todo está inventado. No les queda otra. Todo son trapicheos para ganar un poco más de dinero que les dé un pequeño capricho al final de mes (y cuando digo capricho me refiero a una camiseta, un jabón, una licuadora para las frutas o unos pañales de marca para el bebé de la familia), que les permita vivir un poco más desahogados aunque sea sólo por unos días. Y el turista es la fuente de ingresos más fácil. Así que ten cuidado con los engaños, pero tampoco te pongas tacaño cuando se trate de pagar un poco más, porque lo que para ti puede suponerte una pequeña parte de tu sueldo, para un cubano puede ser una gran ayuda.

Sobre el turismo

Ya publiqué un post hablando del lujo que supone el turismo. Precisamente esa apertura a los extranjeros para que pudieran llegar a disfrutar de las maravillosas playas cubanas y de su verano permanente ayudó a que el sistema de los Castro pudiera continuar después de la caída de la Unión Soviética, que era quien enviaba productos desde el exterior a un país con una industria escasa. En aquel momento se vivió lo que los cubanos llaman ‘el período especial’ y que consistía en un bloqueo terrible que no permitía llegar nada de fuera.

Ahí decidieron los dirigentes cubanos abrir las puertas al turismo en masa que existe en la actualidad y que va en busca de calor, alegría, diversión, mujeres y hombres bonitos…

Vete a Cuba, disfrútala, viájala, pero piensa dónde te alojas. Piensa en la importancia de fomentar la economía local. Es importante en todos los países, más en los emergentes o pobres, e incluso más en lugares tan restringidos como Cuba. No te olvides que si te alojas en una casa particular o en un hostal, estarás ayudando a que esa familia que la regenta pueda tener más ingresos. Y es que mantener un negocio así es caro para ellos por los impuestos que pagan mensualmente al estado.

Si te quedas en un hotel regentado por una multinacional hotelera, estos pagan salarios mínimos a sus empleados, a pesar de que tu habitación tenga el mismo coste que si estuvieras en Europa. Además de que los grandes hoteles no suelen tener grandes miramientos por la ecología local ni por la cultura propia de un país.