Obama está decidido a convertir la reforma sanitaria en uno de los bastiones de su mandato. Más de un año de legislatura, innumerables dificultades en las Cámaras y una pérdida continua de popularidad precedieron a la histórica aprobación de una reforma del sistema de salud que permitirá a 32 millones de personas acceder a un seguro sanitario.
La Casa Blanca ha dado un paso más en su objetivo de acercar los beneficios de la ley a los ciudadanos y ha lanzado una web que pretende aclarar los beneficios que entrarán en vigor a partir de 2014. La web está aún en fase de desarrollo y no incluye los precios de las distintas modalidades.
Kathleen Sebelius, secretaria de Salud y Servicios Sociales, asegura en el blog de la Casa Blanca:
Healthcare.gov ayudará a eliminar misterio de ir a comprar un seguro de salud. Durante demasiado tiempo, era confuso identificar sus opciones y comparar los planes. Healthcare.gov compara las diferentes opciones de la manera más sencilla con un buscador que responde algunas preguntas básicas de los usuarios y proporciona información sobre opciones de seguros. El sitio tiene un sistema que hace las complicaciones y confusiones fáciles de entender. Este tipo de transparencia ayuda a crear consumidores informados, lo que aumenta la competencia, reduce los precios y mejora la calidad.
Barack Obama consiguió sacar adelante su ambicioso proyecto en marzo pasado. La Cámara de Representantes aprobó por 219 votos frente a 212 un sistema de salud que rompía con un modelo deficitario a todas luces. Aquella victoria significaba un punto de inflexión en una presidencia marcada -hasta entonces- por la inactividad.
La Casa Blanca pasó a la carga y comenzó a adelantarse a los republicanos en la creación de debates públicos. Pese al parón provocado por la crisis de BP, Obama ha logrado aprobar otra reforma histórica, la del sistema financiero y ya batalla por el lanzamiento de un nuevo modelo energético. La gran asignatura pendiente es una ley migratoria que frene el movimiento antiinmigración generado tras la ley del estado de Arizona.
Las encuestas, en cambio, han dado la espalda al mandato del presidente demócrata. El nivel de popularidad de Obama alcanzó niveles mínimos durante la tramitación de la reforma del sistema de salud y sigue sin remontar pese a una presidencia impecable, exenta de cambios de rumbo y sin contradicciones. Los analistas coinciden en señalar que las elecciones parciales de noviembre significarán un duro golpe para Washington. Obama se enfrenta a una nueva prueba de fuego.