A Manuel Marruecos el nuevo sistema de transporte urbano le ha quitado autonomía, lo ha hecho más dependiente. Manuel, que es ciego, tiene que buscar ayuda a su alrededor cada vez que tiene que recargar el bonobús. Las máquinas no están adaptadas, así que muchas veces le tiene que pedir al chófer que le recargue el credibus, con la pérdida de tiempo que eso supone. Otras veces la LAC llega tan cargada de pasajeros que nadie le presta espacio para que su perro guía se coloque sin molestar a nadie. "Hay quien ha protestado porque el perro también suba al autobús, olvidando que no es un perro de compañía, son mis ojos", apunta Marruecos.
La situación es análoga en el caso de Manuel Martín. Para el también es un reto subir cada día a la LAC. Llegar en silla de ruedas cada día hasta Aspace Granada le exige coger dos autobuses. "Si no arreglan las rampas, como en los otros autobuses volvemos a estar en las mismas, hay que coger eurotaxis para que nos lleven a nuestro destino, y no siempre hay suficientes", argumenta.
El portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Cuenca, alertó ayer de la "expulsión" de 20.000 personas, entre mayores y discapacitados, del sistema de transporte público por los "problemas de accesibilidad" generados tras la implantación de la Línea de Alta Capacidad.
De hecho, Cuenca invitó al alcalde, José Torres Hurtado, y a la concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz, a hacer un recorrido en la LAC a las dos y media de la tarde para que "vean con sus propios ojos que es imposible que una silla de ruedas acceda porque van literalmente colapsadas de pasajeros". Cuenca, que compareció junto a Manuel Marruecos y Manuel Martín, afirma que las máquinas canceladoras de los billetes presentan "importantes dificultades para las personas con discapacidad visual y auditiva principalmente".
"El interior de la LAC supone una cadena de obstáculos insalvable para personas mayores o con silla de ruedas, en especial cuando estos vehículos van colapsados en hora punta, siendo discriminados del resto de los usuarios", lamentó.
"La anécdota" la protagonizaron los representantes de estos colectivos, quienes después de denunciar "el problema que le ocasionan los trasbordos", intentaron acceder a un autobús de la LAC en Puerta Real que "finalmente tuvo que ser desalojado porque la rampa de acceso para las sillas de ruedas se quedó encajada con el bordillo por el peso del autobús".
"Decenas de pasajeros han tenido que cambiar de autobús y la persona en silla de ruedas finalmente ha tenido que renunciar a viajar en la LAC", denunció Cuenca.
www.granadahoy.com/article/granada/1873529/sistema/nos/ha/hecho/menos/autonomos.html