Un venezolano, José Antonio Abreu, propone un nuevo sistema de educación musical. Algunos lo sabíamos desde hace tiempo, pero, poco a poco, la prensa internacional se hace eco. El «sistema» es una abreviatura de «El sistema nacional de orquestas juveniles e infantiles de Venezuela».
La idea de Abreu recuerda a la fundación de los primeros conservatorios napolitanos, y, en parte los objetivos son parecidos: rescatar a los niños de la pobreza y ponerles un instrumento en las manos. «Llevarles por el buen camino», por un sendero de música y estudio, en vez de dejarles abandonados a la precariedad y todo lo que ésta conlleva.
Entre los muchísimos resultados de Abreu hay uno digno de destacar: el director Gustavo Dudamel estudió con él. Seguro que a muchos les hará pensar en la entrañable película «Los niños del coro». La ficción y la realidad tal vez no son idénticas, pero, en este caso, sí tienen el mismo tono de esperanza.