La naturaleza no se apresura, y todo lo consigue.
Lao-Tsé
Carpe Diem. Vivir deprisa. Acabar con un cadáver joven y bonito y no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy.
Somos atletas de fondo exprimidos al máximo, corredores que desconocen el premio y no piensan en la meta. ¿Qué hay al final? ¿Qué se consigue, siendo el más rápido? Perderse el trayecto y olvidar el momento presente. Walter haguen, jugador de golf profesional proveniente de una familia humilde dijo: “Estás aquí sólo para una corta visita. No tengas prisa, no te preocupes. Y asegúrate de oler las flores por el camino”. La vida sin prisas es larga y placentera, el mundo cronometrado hace que pierdas todo contacto con la realidad.