Erramos quienes creímos que el microclima político andaluz pesaría más en estas elecciones que la cuestión de España. Además, hemos infravalorado la potencia colosal de la onda expansiva del conflicto catalán en todos los rincones de la sociedad española y en todos los espacios de su vida pública. El PSOE perdió 400.000 votos, el PP 270.000 y la alianza de Podemos e Izquierda Unida 280.000. En cambio, Ciudadanos ganó casi 300.000 y VOX, partiendo de la nada, recolectó en pocas semanas la
No rebosan alegría...
¿Efectos inmediatos? Por esas carambolas de la política, el PP perdedor se encontrará con el inmenso regalo de la presidencia de la Junta de Andalucía, y ello dará a Casado un precioso balón de oxígeno que necesitaba desesperadamente. Sánchez ha visto saltar por los aires todos sus planes sobre la anticipación de las elecciones generales.. Rivera se arrepiente de no haber buscado a un candidato más presentable en Andalucía: esos 90.000 votos de desventaja con el PP se deben a su incuria. Pero se siente en el buen camino siendo pianista de una sola tecla, y no lo abandonará por nada. Iglesias, visiblemente asustado, comenzó su enésima mutación, de vicepresidente en ciernes a agitador callejero; aprovechó lo de Vox para recuperar el vocabulario de los parapetos y las barricadas y volvió a acordarse del 15-M. Me temo que Sánchez ha perdido a su aliado, al menos hasta las elecciones. El jueves en el Congreso, ante el Rey reinante y el emérito, Iglesias dará espectáculo, ya lo verán. Los separatistas se apuntan el doble éxito de perturbar por completo la vida pública española y resucitar a la caverna. Siempre se necesitaron y ahora se encuentran de nuevo” (Ignacio Varela, en “El Confidencial”, 03/12/2018) …siempre se queda algo relegado, y Vox, con aires de derechona y promesas de regeneración.
Del amor al odio...
Que los ciudadanos se hartan de engaños, de fraudes, de incompetencias, de vaivenes, y optan, unos, por irse con los reaccionarios; otros con los de signo opuesto; y otros con los que fueron los suyos, aunque les habían fallado antes. De todo ello sale la conclusión de que el indeseable Pedro Sánchez, ya debe de estar revisando sus viajes en aviones oficiales, no solamente para evitar la sensación de cara dura y abusón que ha expandido a la ciudadanía, sino porque algo concreto y eficaz debería hacer para la gobernanza de España, que no es otra cosa que soltar la “teta” del poder falso y menguado del que se aprovecha y dedicarse a preparar las elecciones generales que puedan arrojar luz y regenerar la maltrecha vida democrática española. Y si a ello se une que los de la “cáscara amarga”, o sea, toda esa panda de golfantes independentistas catalanes, siguen haciendo lo que quieren frente a la tibieza, que es más bien aquiescencia, de un gobierno tan débil, que se ha cimentado en el goce y disfrute de su presidente y de…su promocionada cónyuge., Pongo muy en duda que Pedro Sánchez sepa (si es que sabe y puede) sacar experiencias de lo acontecido en Andalucía, porque ahora nos vendrá con la cantinela de que ello ha sido en una zona muy particular, que no es extrapolable, que en toda España la problemática es otra… Y para justificarlo se basará en la manipuladas y falsarias estimaciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que tan fielmente al socialismo y al sanchismo configura ese mercader de favores llamado Tezanos, cocinero de encuestas que nunca tendrá una estrella de honestidad. Y a partir de ahora, pues vamos a asistir al mercadeo de unos con otros, de las tensiones por alcanzar el poder; de la salida a la luz de los errores, de las irregularidades, de los delitos presuntos de unos yBoabdil también fue derrotado
otros. Hasta que la aritmética parlamentaria se imponga. Y ahí no valdrán las falsificaciones del CIS… Tengo la impresión de que Susana Díaz, que no pudoen el seno del socialismo vencer a Sánchez en las primarias, ahora le ha derrotado, porque ha propiciado el mayor tortazo que cabía esperar en el socialismo español. Debía Pedro Sánchez copiar de ese “cabra loca” a la vez que indignante que es el parlamentario Rufián (apellido bien adecuado, por cierto), y hacer como él: revestir con insultos sus fracasos y sinrazones. Así, al menos, tendríamos algo de colorismo. Tiempo al tiempo… SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA