El socialismo de Zapatero se hunde.

Publicado el 24 mayo 2011 por Santiagomiro

De tener unos alcaldes y presidentes autonómicos del PSOE y del PP hemos pasado, tras las elecciones, a otros mayoritariamente del PP. La victoria de la derecha ha sido mucho más contundente que lo que vaticinaban las encuestas, dejando el barco socialista medio hundido. El binapartidismo ha sido aplastado por el PP y el PSOE trata de salvarse de la catástrofe del zapaterismo que se iniciara hace un año, cuando, acuciado por la crisis económica generalizada y ante el acoso de los mercados financieros, emprendiera un viraje de sus políticas económicas y sociales que su electorado no le ha perdonado. La renuncia de Zapatero a repetir para cabeza de cartel no ha tenido los efectos esperados. Al contrario, el PSOE, al hacer una política de derechas, se ha medio hundido y los votantes han preferido votar a los originales. La excusa presentada por sus dirigentes ha sido errónea. Zapatero ha vuelto a escudarse en la crisis económica para explicar el hundimiento socialista sin reconocer que se había equivocado. Y Tomás Gómez se ha limitado a negarse a dimitir como secretario general del PSM. El presidente ha preferido apuntar hacia la crisis económica como causa principal del castigo infligido. Y esta misma crisis no ha impedido que el PP se aprovechara, haciéndose con los ayuntamientos y autonomías, más por los errores del PSOE que por los aciertos del PP.
El partido de Mariano Rajoy, pese a haber sumado a las elecciones de 2007 cerca de medio millón de votos, alcanza casi 10 puntos porcentuales, supera en más de 2 millones de votos al partido de Zapatero y arrebata a los socialistas algunas de las pocas grandes ciudades que aún les quedaban: Sevilla, Palma de Mallorca, A Coruña… Dado que ha habido cerca de tres puntos más de abstención, el PP ha logrado dar la vuelta a ese fenómeno y, a menos votantes, ha conseguido más votos. En las autonómicas, el PP mantiene de modo holgado sus grandes feudos (Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Murcia, LaRioja…), habiendo arrebatado al PSOE los gobiernos de Baleares y Castilla- La Mancha. Ante este debacle socialista, el PP pide a Zapatero que disuelva de inmediato las Cortes y adelante las elecciones generales, previstas en principio para marzo de 2012. El Gobierno ya ha descartado el adelanto, sobre todo porque aún no cuenta con su candidato. Los socialistas aún no han decidido cuándo celebrarán las primarias de las que salga su candidato. Por otra parte, los dirigentes socialistas creen que, si llegan a marzo de 2012, la economía y el empleo mejoren y sus expectativas aumenten. Pero, aunque mejorase la economía, las diferencias esta vez son muy distantes. Tal vez demasiado.
Mientras tanto, el socialismo europeo, trasnochado y sin ideas, se va a la deriva y amenaza con hundirse definitivamente. “Zapatero –dice Jaime Richard en La Radio del Sur– está atado de pies y manos por el Consejo Europeo, el FMI, el poder industrial, la Iglesia… y otras yerbas. Lo mismo da que hubiera estado otro pesoísta en su lugar. Los gobernantes europeos, y más si son socialistas, son marionetas manejadas por marionetistas. Lo poco que puede hacer Zapatero lo ha hecho… De todos modos el mal camino que lleva el ‘socialismo obrero español’ es palpable. Entre unas cosas y otras, el mundo dominante, captado por el neoliberalismo, está contra él. La izquierda incontaminada no cuenta para nada en el concierto de la política burguesa, y la socialdemocracia poco puede resolver, pues ni es de izquierdas ni de centro; por tanto, tarde o temprano acaba privatizando los beneficios y socializando las pérdidas, creando empleo y practicando acciones políticas, en la economía, similares a las que adopta la derecha. El ‘socialismo obrero español’ agoniza dentro del cementerio del neoliberalismo. Y tanto el socialismo blando como la socialdemocracia poco tienen qué hacer ya. Por consiguiente, conviene ir haciéndonos a la idea de que está próxima en España la Era del fascismo que trabaja exclusivamente para las clases altas y medias. Y si no quieren ‘ésos’ que se hable de clases sociales, ni de lucha de clases es para que no se note la gravedad de lo que está pasando y va a pasar…”