No descubro nada nuevo si sido que el sol y el oro son constantemente relacionados en la simbología alquímica, tanto es así, que tanto el sol como el oro son llamados indistintamente un solo concepto con dos nombres y en consecuencia existen serias dudas de cuando hablamos de un metal, cuando del cuerpo celeste o en que momento se habla de un símbolo.
A nosotros no nos interesan demasiado los devaneos alquímicos más allá de su simbología de transmutación y de evolución personal, por lo que no vamos a mirar el sol más allá de su simbolismo.
Representación del sol en la alquimia.
En realidad, los alquimistas, mayoritarios por otra parte, que usaban su arte buscando la practicidad de sus resultados, eran llamados “mineros” por los alquimistas simbólicos o espirituales, “mineros” es un sobrenombre ridículo, aumentando su mofa dibujándolos con picos y palas encerrados en la vulgaridad de lo material buscando entre polvo y suciedad el diamante escondido en el corazón del carbón.Los alquimistas simbólicos, se dibujaban a si mismos, como buceadores en un océano a la búsqueda de una perla escondida tras la concha de una ostra en el fondo de un mar luminoso.
Entre los mineros y los simbólicos, surgió un debate: ¿acaso no ocurre que todos los objetos materiales e inmateriales tienen semillas de oro? (de este debate, surge el mito de la búsqueda de la piedra filosofal)
La búsqueda de oro, por parte de los mineros, era práctica, buscaban la vía para extraer de lo terrenal la esencia de vida, el oro, el sol… la luz. La búsqueda del oro por parte de los simbólicos, era espiritual, buscaban la luz para comprender la esencia de la vida… el oro, el sol.
El oro, el sol, son la representación de la luz. Aun hoy en día en el lenguaje, ante una persona le luz, de probidad, honesta decimos “es de oro”, “tiene un corazón de oro”, “es un sol”. En realidad, ser de luz, de oro, un sol, es una característica de la iniciación:
A medianoche, vi brillar el sol con una luz esplendida.Lucio Apuleyo, el DÍA de su iniciación.