Este sombrero es el más antiguo que se conserva de los ejecutado con encajes de hilos de oro, suponiendo una novedad en la realización de los sombreros de la Divina Pastora de Cantillana, pues hasta su estreno fueron realizados con otros materiales y distintas formas, más al gusto de las distintas épocas, diferentes a los actuales. Realizado en la década de 1920, lo utilizó la Divina Pastora hasta 1945, año en que estrenó el que donó Eduardo Moreno Mulero.
Tras varias décadas en desuso, en el año 2001 fue restaurado y reforzada su estructura interior por el taller de José Benito Molero López, re-estrenándose en el triduo de mayo de ese mismo año. En 2005 se le sustituyeron las flores que tenía por unas antiguas de talco, que fueron donadas por unos devotos de Aracena: Eduardo Nevado Romero y Diego Pérez Diájara, junto con unos ramitos de azahar donados por José Naranjo Ferrari.
Como curiosidad cabe decir que es el sombrero que luce la Virgen en la fotografía que sirvió de modelo para la ejecución de la medalla del Redil Eucarístico. Es el único sombrero de encajes de oro que no tiene los lazos que cuelgan por el pelo de la Virgen y tampoco hay constancia que lo tuviese en otros tiempos.