La vieja manera de actuar del PP sigue siendo la misma que siempre fue. Y más el nuevo presidente, Casado, quien recupera a Aznar, calla sobre el 'caso Máster' y recurre a teorías conspirativas. Las sospechas sobre su máster en Derecho Autonómica y Local que cursara entre 2008 y 2009, en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, acorralan al nuevo presidente del PP y le ponen a prueba, lo que no parece preocuparle demasiado. Según Eldiario.es, una de las exigencias para aprobar era acudir a clase, requisito que no cumplió. Según el citado periódico, las guías docentes de las cuatro asignaturas que cursó Casado detallan que un porcentaje de la nota dependía de la asistencia a clase, y él sacó sobresalientes sin pisar el aula. El máster constaba de 22 asignaturas, de las cuales Casado cursó cuatro y convalidó 18. Lo que ya demuestra su talla de héroe. A fin de esclarecer si el líder popular, así como otros dirigentes del PP, recibieron trato de favor la jueza Carmen Rodríguez-Medel requirió a la universidad las guías docentes de las asignaturas. El primer dato llamativo es que Enrique Álvarez Conde, imputado en la causa, que fue el tutor de Cristina Cifuentes, impartía tres de las cuatro materias. Álvarez Conde se negó a declarar ante la magistrada. La materia exigía 90 horas de trabajo de las que 40, casi la mitad, eran asistencia a clase y 20 eran exámenes. Casado solo hizo un trabajo, con lo que se saltó los principios fundamentales del precepto. Y aún así recibió un sobresaliente.
Casado decide dejar su defensa en manos del exvicesecretario, Javier Maroto, y de su jefe de campaña durante las primarias, Teodoro García, que recurren a otro mantra del PP: la teoría de la conspiración. “Yo ya no sé si hay alguna razón, además de la judicial, para que, erre que erre, se esté preguntando sobre este tema y lo dejo en el aire porque no quiero tener ningún problema”, explica Maroto en Onda Cero. El exvicesecretario carga “especialmente” contra el resto de formaciones políticas por atacar a Casado. Y se remite a la normativa interna de la URJC para justificar que la universidad no encuentre los trabajos de Casado. Explica que “los documentos y los exámenes tienen un máximo de cinco años para después ser destruidos”. Agrega que la universidad “no es la Biblioteca Nacional, no archiva todos los exámenes”. Y mantiene la teoría conspirativa, remachando: “No intentemos jugar sucio con algo que es absolutamente limpio”.La jueza del caso Máster, Carmen Rodríguez Medel, señala en una providencia que la universidad le ha informado de que “no le consta” ninguno de los trabajos que presentó el presidente del PP, Pablo Casado, para aprobar su título de posgrado. “Las instituciones universitarias solo tienen obligación de archivar y custodiar la documentación referente a los diferentes servicios de la universidad, documentos que emanen de órganos colegiados o que obren en expedientes administrativos, pero en ningún caso los relativos a los trabajos que hayan servido para evaluar a los alumnos”, añaden desde la URJC. Teodoro García, quien ganó en 2008 el Campeonato Mundial de Lanzamiento de Hueso de Oliva, se suma a la teoría de la conspiración sobre el máster, tildando las nuevas revelaciones publicadas en distintos medios de comunicación de “grandes éxitos de informaciones anteriores. Y, cualquier intento de estirar la información no hace sino confirmar que Pablo es el candidato idóneo”.