Revista Opinión

El sostrismo y el bastardismo como subespecies infames del pedrojotismo y el manolosaquismo

Publicado el 18 abril 2011 por Romanas
El sostrismo y el bastardismo como subespecies infames del pedrojotismo y el manolosaquismoEl sostrismo y el bastardismo como subespecies infames del pedrojotismo y el manolosaquismo
                                                      Brad Pitt en Malditos Bastardoss
Antes de nada, decir que sortrismo y bastardismo son términos que me acabo de inventar para designar a los nuevos especimenes que acaban de aflorar en el siniestro panorama de las columnas periodisticas y que corresponden a las escuelas creadas por el famoso Sortres, en El Mundo, de Pedro J., y el no menos famoso, dentro de lo que cabe, Malditos Bastardos, en el blog de Manolo Saco, Fuego amigo, del diario Público.Vengo diciendo, mucho tiempo ya, que la prensa es la culpable de la profunda desmoralización social que nos invade, no en balde fue motejada por algunos, que sabían muy bien lo que hacían, como  la canallesca.Prensa canallesca es no sólo ésa que presenciamos asombrados en la Tv y que gira alrededor de esos juguetes rotos que todavía no han hecho “crakc” pero que lo van a hacer, seguro, uno de estos años, cuando el mismo populacho infame que acudía al circo de los emperadores romanos se hastíe de ellos como aquellas canallescas cohortes de sucios espectadores acudían a allí para ver de cerca e incluso saborear y oler la sangre de unos semejantes a los que aborrecían sin conocer, porque el ser humano es capaz de todo incluso de lo inimaginable.De modo que hay otra prensa canallesca además de la que ha elevado a los altares de la peor de las publicidades a Belén Estaban.Es ésa que se refocila denigrando a cualquier persona que tenga la desgracia de suscitar su atención porque su canibalismo rastrero se ha apoderado de tal manera de su putrefacta alma que ya no puede vivir sin el olor de la carne y de la sangre que brota de unasheridas recientemente abiertas.Como pensamos extendernos lo suficiente para que todo el mundo se haga cumplida cuenta de lo que está pasando en una sociedad que nosotros no tuvimos reparo alguno en calificar de podrida, vamos a intentar explicar cómo y por qué se ha producido esa profunda degeneración de los llamados medios de comunicación.En relidad, no es sino parte de un fenómeno general de corrupción que asola a la Humanidad y que tan bien enunció lord Acton cuando dijo que el poder corrompe y que el poder absoluto corrompe absolutamente.La prensa no tardó demasiado en darse cuenta del poder diabólico que detentaba y sus críticos tampoco. Ese genio indiscutible del 7º arte que se llamó Orson Welles lo describió magistralmente en “Ciudadano Kane” que no era sino el trasunto a la pantalla de la vida de un tal Hears, magnate de la prensa usaniana, que llegó a promover falsas cantantes de ópera y guerras tan conocidas para nosotros como la famosa de Cuba, que dio al traste con el último jalón de nuestro repugnante imperio.Desde hace mucho tiempo, este asqueroso elemento que es el hombre sabe del poder magnético que la opinión pública ejerce sobre el comportamiento humano. Ahora se habla mucho, y con razón, de Goebbels, el último por ahora de los grandes demonios de la peor publicidad, pero siempre han sido conscientes los repugnantes demagogos de la facilidad con la que la chusma está deseando que alguien, con la suficisente destreza para ello, la embauque.Y este lugar ignominioso lo ha ocupado con plena delectación la prensa que por arte de birlibirloque se halla casi siempre representada por lo peor de cada casa o sea por gente auténticamente deleznable.Den un pequeño repaso a las principales cabeceras de los grandes rotativos mundiales y después suicidense, nosotros ahora no vamos a hacerlo porque ya tenemos suficientes problemas sin acometer tan peligrosísima tarea pero sus nombres están en la mente de todos.Y como la soberbia y la inmoralidad de tales engendros humanos no tiene límite, algunos de ellos se ha encargado de hacernos llegar a lo que aspiran realmente en el ejercicio de ese poder omnímodo que una sociedad completamente podrida les ha otorgado.“Nosotros quitamos y ponemos gobiernos”, dicen y es verdad absolutamente. Ahora, aquí, en España estasmos a punto de verlo. De comprobar como una prensa, absolutamente podrida, va a dar al traste con total unanimidad con el penúltimo de los gobiernos que se ha atrevido todavía, a estas altura de la tenebrosa historia de la humanidad, a autotiluarse progresista, que no a serlo realmente.Que este 5º jinete del apocalipsis se ha convertido en el agente más poderoso del mundo lo demuestra lo que intenta y consigue todos los días. Si un tal Obama trata de extender la sanidad pública a todos los ciudadanos de Usa, la prensa lo detiene. Si Sarkozy pretende convertirse en un nuevo Napoleón, la canallesca le dice que no y si la Merkel trata de imponer una nueva política europea, la prensa la disuade enérgicamente. No digamos lo que ocurre en la peor de las naciones de ese mundo, que han dado en llamar civilizado, porque es de risa, a su presidente lo han convertido en un auténtico saco de golpes, llamándole de todo con la mayor de las impunidades.Pero yo quería hoy hablarles de un epifenómeno absolutamente increíble. Se trata de ese punto, por ahora, terminal en la degeneración de la gentuza que, en nuestro país, se dedica a escribir  en los diarios.Los grandes, y no tan grandes, capos mafiosos de la prensa escrita quieren competir con esos otros de la tv que se han apoderado defintivamente de los “hit parade” y han aplicado al pie de la letra la táctica allí imperante.Si de lo que se trata es de encanallecer hasta lo imposible el ejercicio de una función social que ha devenido insustituible, hagamoslo pero de verdad, o sea, busquemos cuidadosamente entre los que se acercan a nosotros buscando una tribuna pública para esparcir al mundo toda la mierda que llevan dentro, elijamos cuidadosamente a los peores de todos ellos, o sea, de todos nosotros, han dicho sus mentes mas preclaras o sea, la bazofia suprema de todas la bazofias, y así, en el diaro El Mundo, ha aparecido como por arte de magia, Sostres, y en el blog Fuego amigo, de Público, un canalla tan cínico y desvergonzado que no ha tenido el menor empacho en elegir un seudónimo que le va como anillo al dedo: Maldito Bastardo, con toda la intención del mundo hemos suprimido las eses terminales de las 2 palabras para que la denominación coincida plenamente con la peculiarísima personalidad de un tipo que trata de llevar la canallería hasta su más alto límite y que,sin embargo,lo consigue cual no será su innata capacidad y así, mientras el tal Sostres escribe sobre las vaginas impúberes que todavía no huelen a ácido úrico por estar impenetradas y alaba a un tipo que ha dado muerte a su pareja, el tal MB se pasa todo el tiempo intentando, y consiguiendo, que el blog en el que escribe con la mayor asiduidad se llene hasta sus más recónditas esquinas de palabras tan soeces y escatológicas que, al menos para mí, son irreproducibles.O sea que, desde aquí, no tenemos más remedio que dar la malvenida a las dos más lamentables llegadas al terrible y bochornoso mundo de las peores excrescencias periodisticas, el sostrismo y el bastardismo, apadrinadas, como no, por el pegrojotismo y el manolosaquismo. Lo dicho: malvenidos sean.

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