El submarino (1)

Por Mimaki

Negros nubarrones se cernían sobre el horizonte cuando el
submarino Génova, de la clase PP-22, comenzó a sumergirse en
el embravecido mar, entre un revuelo de gaviotas.
Alcanzada la profundidad de periscópio, el Comandante Rajoy
pudo observar al portaaviones Gürtel, escoltado por el crucero Baleares
y la fragata Valencia, aprroximandose a su posición en orden de
de combate. Poco después de que ordenara la inmersión a 500 metros,
expoltaron las primeras cargas de profundidad .
Tras evaluar daños, el Comandante Rajoy ordenó descender hasta
1000 metros, posición de disparo para los torpedos Garzón y Bono
y lanzamiento inmediato de contramedidas.
Mientras el Génova seguía sigiloso su deriva hacia las profundidades
flanqueado por detonaciones, las escotillas de la nave lanzaron una
nube de cifras de parados seguida de una intensa oleada de tinta
Filesa que oscureció las aguas, amortiguando el fragor de las
explosiones. En el mismo instante en que se procedía al lanzamiento
de señuelos parapoliciales y triquiñuelas legales en combinación
con desinformación etarra , una carga sumarial de gran intensidad
hizo parpadear las luces del sumergible, antes de sumirlo en
la oscuridad. Fue entonces cuando el Génova tocó fondo y,
deslizándose hasta el borde de un abismo marino, se detuvo
como una ballena varada.
¿Conseguirá el sumergible popular subir a la superficie,
superando el motín que pretende arrebatar el mando a su
comandante, para sorprender a sus oponentes por la
popa con sus temibles torpedos?
No se pierda los próximos capítulos de esta apasionante serie.