El sueño de los muertos, de Virginia Pérez de la Puente

Publicado el 01 abril 2014 por Xula


El sueño de los muertosVirginia Pérez de la PuenteISBN: 978-84-450-0079-3Formato: Rustica con solapas– 576 Pág.Editorial: Minotauro
En un reino al borde de la guerra los destinos de un futuro rey y un esclavo que no se conocen parecen estar irremediablemente unidos.El príncipe heredero de Novana, Danekal, intenta averiguar quién está detrás del atentado que casi le cuesta la vida a su padre en vísperas de la firma de un tratado con la reina de un país vecino.
Al mismo tiempo deberá lidiar con los nobles que esperan la muerte del rey Tearate para hacerse con la corona, una horda invasora y sus propios fantasmas interiores.
Ajeno a ello, Kal, un hombre esclavizado por su capacidad para encauzar una antigua magia llamada Shah, pugna por liberarse de las cadenas que lo someten a la mujer que obtiene de él su poder: su Melliza.
Pese a sus enormes diferencias, el futuro rey y el esclavo descubrirán que existe entre ellos una unión, y que es mucho más profunda de lo que ambos suponen.
 
Una vez más, gracias al reto de Serendipia recomienda, me he encontrado con una novela sorprendente. Es cierto que yo ya pensaba leerla, porque la literatura de género siempre tiene un lugar preferencial en mi estantería, y más si es nacional. Y sin embargo la fui dejando pasar en su momento por lo larga que es y la pereza que puede dar. 
Sin embargo, cuando finalmente me decidí a leerla, me encontré con una novela muy ágil. Su truco esta en utilizar los capítulos cortos y los saltos entre distintos escenarios y personajes para hacer que el lector desee seguir leyendo. Y es que tenemos varias historias que convergerán en un mismo punto con el tiempo…
Por un lado, y como hilo principal, tenemos el reino de Novana donde se encuentra el príncipe Danekal cuyo padre esta moribundo y pronto heredara el trono. Nos presenta, durante una primera etapa, la corte y todos los personajes que le rodean, incluidos instigadores y fieles servidores de la corona. Al mismo tiempo se espera la visita de la reina de Phanobia para la firma de una alianza.
Simultáneamente asistimos a unas imágenes perturbadoras que no llegamos a comprender: El lugar. No sabemos dónde está y apenas conocemos lo que sucede, pero con las pequeñas incursiones que hacemos vamos aprendiendo acerca de un tipo especial de magia y lo que significa ser Mellizos… algo que no es agradable en absoluto.
Y finalmente, tenemos a Vantar y su ejército de la luz viajando por varios reinos con el fin de convertirlos a su religión. Una religión que resulta ser sádica y dictatorial, y que va a suponer un peligro casi mayor que el que representan los hombres de azul, que al norte de Novana, van a avanzar para conquistar las tierras que les fueron arrebatadas. 
Por tanto, a pesar de que el género fantasíanos lleve a pensar automáticamente en magia, elfos, enanos y dragones; en realidad estamos ante una imagen de un mundo con un estilo muy medieval en el que casualmente existe la magia, pero debe luchar contra los problemas de los propios hombres. 
Y ese mundo que ha creado… es una pasada. La ambientación esta tan bien lograda que consigue hacerme sentir dentro de él, en todos los sentidos. Ha creado unos reinos, un sistema político, religiones, historia e incluso un calendario. Y todo surge tan natural y bien hilado, que no he podido otra cosa que preguntarme cuanto tiempo le habrá llevado elaborar el entramado. Porque hasta ha creado su propia bibliografía, con la que encabeza cada capítulo. Lo dicho: una verdadera pasada.
Los personajes, por supuesto, son carismáticos y auténticos. Tanto que los sentimos como reales, ya sea para bien o para mal. Vamos adorando a unos y odiando a otros, sintiendo verdadera lástima o sufriendo con las injusticias. Pero además, estos personajes no se mantienen estáticos, sino que evolucionan a lo largo de la historia adaptándose a sus vivencias y cambiando su perspectiva con ellas.
Uno de los puntos fuertes de la novela es en parte su narrativa. La costumbre nos lleva a obras de fantasía densas, llenas de descripciones y con personajes que hablan como si acabaran de salir de una obra de Shakespeare. En ese sentido, George R.R. Martin ha creado una tendencia: el rey en una novela, y sobre todo en la intimidad, puede ser tan mundano y coloquial como el más llano de sus súbditos. 
Así que nos encontramos con un lenguaje ligero, con príncipes que no tienen o no quieren usar la pomposidad de la corte y que tienen sentido del humor. Hay palabras mal sonantes, expresiones que te salen del alma y diálogos que no suenan forzados porque podrían tener lugar en cualquier parte del planeta. En definitiva: es convincente.
Si tuviera que ponerle un pero (así, en medio de la reseña para camuflarlo) sería el hecho de que al principio puede resultar todo muy abrumador. Me refiero a que estamos en varios lugares al mismo tiempo donde no conocemos nada, donde el tiempo se mide en unos meses muy raros y donde nos cuesta entrar. Sin embargo, pasado un margen prudencial donde ya nos aventuramos a sacar conclusiones, ya estamos enganchados.
Y no solo eso, sino que los primeros giros argumentales no se hacen esperar y las sorpresas están tras cada esquina acechando. Más de una vez me encontré con los ojos abiertos como platos pensando que no me lo había visto venir. O tapándome la boca porque había soltado un pequeño gritito de angustia cuando iba en el autobús.
Al ser una novela larga, suceden muchas cosas. Os vais a encontrar con bastantes giros en la trama, volteándose una y otra vez las situaciones hasta tal punto que no sabemos cómo va a ser el final. Pero yo os lo cuento: el final es tenso, apoteósico… y sobre todo cerrado. Porque muchos de los cabos sueltos que podría haber dejado los ata. Es cierto que unos mejor que otros, teniendo en cuenta que al final se centra en una parte concreta de los reinos. Pero si queremos, ahí se termina todo. 
Pero… hay una parte al final que puede dejar un tanto descolocado ya que sobre la marcha abre una nueva línea que queda en el aire. Puede que para que sepamos que las intrigas de poder nunca se terminan al cerrar un libro porque siempre llegara alguien detrás. O puede que exista en un futuro una continuación. Sea como sea, yo he cerrado el libro y no me he quedado con la sensación de estar a medias.
Sin duda es una novela que merece la pena ser leída, incluso si no sois muy amantes de la fantasía. ¿No recomiendan Juego de tronos a todo el mundo, aunque no te guste el género? Pues yo os digo una cosa: el mundo creado por Virginia Pérez de la Puente para El sueño de los muertos no tiene nada que envidiarle al señor de los tirantes.