Los bebés recién nacidos llegan a un mundo donde todo es un camino de aprendizaje, al nacer no tienen esa conciencia del día y de la noche, pasaran la mayor parte del tiempo durmiendo, a su vez, al no estar sus estómagos desarrollados no van a retener por mucho tiempo su alimento, de ahí que despierten mucho para comer, sin tener en cuenta si es de día o de noche, sencillamente es un comportamiento natural.
Y este es uno de los cambios en que entrarán los padres en su nueva rutina, el nuevo ciclo de sueño, que será dispuesto por el bebé; los padres no volverán a dormir igual, ni sus descansos serán iguales, la rutina del bebé es otra y es a ella a que deberán irse habituando. De esta manera, durante los primeros meses de vida del pequeño el cansancio se va acumulando, de ahí la importancia de seguir algunas recomendaciones para que todo ello sea un proceso lo menos tormentoso posible.
Se estima que los bebés lleguen a dormir entre 24 y 2y7 horas al día, algunos más que otros. Y es muy normal que se estén despertando muy frecuentemente para comer, suele ser entre cada 2 ó 3 horas. Debes tener en cuenta que la alimentación es un momento importante para el bebé, si tu bebé tiene ciclos de sueño más largos debes interrumpirle para que lacte, esto es muy relevante en las primeras semanas de vida, más adelante podrás permitirle dormir por más tiempo.
Las horas de la noche suelen ser las más complicadas, pues el bebé despierta seguido en busca de alimento, algunos de ellos para cuando alcanzan los dos o tres meses son capaces de dormir hasta cinco horas seguidas, pero no es así para todos.
La paciencia será un atributo muy importante en estas primeras semanas, los bebés sólo tienen dos ciclos de sueño a diferencia de los cinco que se desarrollan con el tiempo. Y mientras tu bebé va logrando conciliar el sueño de manera más armónica, vamos a enseñarte algunos tips para que los tengas en cuenta.
Crea una rutina. Esto ayudará al bebé a sentirse incluso más tranquilo:
- Puedes darle un baño antes de llevarle a su cama.
- Ofrecer pequeños masajes y caricias; esto permite que el bebé se relaje y se sienta cómodo, permitiendo que su sueño sea más tranquilo.
- Alimentarlo muy bien, que quede satisfecho plenamente.
- Lo mejor es que la rutina se haga siempre, manejando los mismos tiempos, ello creará un hábito en tu bebé que le ayudará a tener un mejor descanso.
Adaptar el espacio donde descansa el bebé.
En lo posible, elegir un espacio tranquilo, donde no se permita que factores externos interrumpan su descanso. La luz debe ser tenue, que sea un lugar fresco y si puedes colocar algo de música suave sería muy bueno. Así recreas un espacio apacible para el descaso de tu bebé.Si bien el bebé no reconoce el día de la noche, todas estas pequeñas recomendaciones ayudan a crear el momento ideal y el mensaje va calando en su cerebro para aprenda a distinguirlo más adelante.
Compartir la habitación con el bebé
Sin duda que es importante en todo este tiempo que el bebé sienta cerca a sus padres, bien compartiendo la misma cama y más adelante ya en su cuna o colecho que estará cerca de la cama de los padres. Al sentir cerca la presencia de su cuidador se sentirá más tranquilo.Cuando el bebé tiene su cuna o colecho, es importante estar pendiente de cualquier riesgo de asfixia o demás, debe permitirse el uso de un colchón que sea firme.
Con todas estas recomendaciones no es seguro que tanto el bebé como los padres vayan a dormir más o se recupere prontamente la rutina normal, pero es seguro que ayudará mucho a conciliar el sueño del bebé, a que sea más revitalizador y tranquilo, que el descanso mutuo pueda ser un momento más cómodo.
Igualmente ten presente que, si tu bebé se nota inquieto o molesto, abrázalo, acúnalo está cerca de él para calmarlo, puedes incluso envolverlo en una mantita, esto le ayudará a calmarse. No te preocupes con el tema de malcriar al pequeño por mimarlo, es justo cuando más necesitan sentirse protegidos, que no están solos. Finalmente les ayuda a tener menos cólicos y sentirse más cómodos.
Y por supuesto que cada recomendación debe ajustarse a las necesidades del bebé, sin forzar y midiendo la conveniencia de las mismas, de ahí la importancia de hacerlo como una rutina, de esta manera se sentirán más y más cómodos y con el tiempo el sueño será un momento reparador.
REFERENCIAS 1. Efectos del masaje en el recién nacido y el lactante. Francisca Márquez Doren, Lauren Poupin Bertoni, Camila Lucchini Raies. 2007 2. El sueño en el primer año de vida ¿cómo lo enfocamos? R. Ugarte Libano. 2011