El Ironman es una de las carreras más duras del panorama actual. Hay que recorrer 3,8 km de natación, luego 180 km de bici en solitario (tipo crono de Tour de Francia) y de postre una maratón, 42,195 km.
Para poder terminar esta prueba hay que entrenar de manera muy dura durante meses, unos 10. El entrenamiento no es sólo físico, sino también psicológico sin olvidar el estómago que hay que acostumbrarlo ya que para ser finisher hay que comer durante la carrera.
En lo que tardemos en terminarlo (tenemos como máximo 17 horas) pasaremos por varias etapas y por momentos difíciles. Quemaremos entre 8.000 y 13.000 calorías y lo normal es que perdamos entre 2 o 3 kilos durante la carrera si la alimentación es adecuada.
Durante este tiempo sufrimos, unas veces más y otras menos, podemos tener dolor de estómago, cansancio, seguro que nos dolerán las piernas (sino nos duelen durante la carrera por la noche seguro que sí), alguna pájara, dudas...
Se entrena muchas veces estando cansado, sobre todo la parte de carrera a pie para acostumbrar al cuerpo a correr cansado, como en la prueba. Son las dobles sesiones, por la mañana bici y por la tarde corremos. Una maratón normal no se parece mucho a la del Ironman ya que en el primer caso sales nuevo y en el triatlón sales ya con 184 kilómetros a tus espaldas.
Es un sufrimiento buscado el que padecemos. Todos sabemos que lo normal es que lo pasemos mal en algún momento. No es un sufrimiento como cuando se muere un amigo, un pariente, te deja la novia o novio. Estas circunstancias son muy duras, vienen y las tienes que aceptar si o si. El sufrimiento de estas pruebas es buscado, se disfruta.
Sí, es un sufrimiento que se disfruta, que nos motiva a seguir adelante y que nos hace, aunque sea durante la carrera, sentirnos diferentes, muy grandes¡¡. Mientras más se sufre mayor serla la satisfacción y recompensa. Es algo que solemos decirnos cuando ya no podemos más.
Está demostrado que la capacidad de sufrimiento de un finisher Ironman es mayor que la media, podemos pasarlo mal durante más tiempo y soportar más el dolor. Esto es algo demostrado científicamente.
Todos tenemos nuestros trucos, nuestros momentos de desconexión como disfrutar del paisaje, pensar en personas a las que apreciamos, la satisfacción de conseguir un reto de este tipo cuando nadie confiaba en ti, objetivos a muy corto plazo durante la carrera e incluso se puede llegar a no pensar en nada. Absolutamente en nada, la mente en blanco, solo corres.
Hay que estar físicamente como una "bestia" para estar carreras. Cuando digo como una bestia me refiero a muy en forma, no a estar completamente cuadrado tipo gimnasio ya que mientras más pesemos más esfuerzo tendremos que hacer para mover el cuerpo. Hay que estar delgado, fibroso¡¡¡.
De todas formas el estar muy bien físicamente no será lo único importante para terminar. La clave está en la cabeza. Es la que nos guiará, las que nos hará salir de algún mal momento, la que dice al cuerpo que siga cuando pensamos que ya no tenemos fuerzas, es el motor de toda la maquinaria casi perfecta que es el cuerpo humano. Sino nos funciona la mente será dificil conseguir el objetivo.
Capacidad de sufrimiento, eso es lo importante.
Las carreras en las que más sufrimos son las que recordaremos siempre.
"El sufrimiento es temporal, la victoria eterna".