EL PASADO ES SOLO UNA LECCIÓN, NO UN DESTINO. Nostradamus
Hay unos deslenguados, con su corte mediática, que hacen grande a Nostradamus. Uno se cansa de tanta profecía y de los peligros que entrañan los demás. Qué manía de generar miedo a quien no siga sus advertencias. Son capaces de desgarrar ideas y de perseguir al contrario sin piedad. En vez de confrontar conocimientos, optan por llevar el navajeo y lo mayestático a cualquier tema.
Notradamus nació en el siglo XVI (1503, en Francia) y sus pensamientos siguen vigentes porque hay agoreros que siempre se ponen en lo peor. Lo hacen con la misma clarividencia que su obra cumbre: "Profecías", escrita en 1555. El éxito de esta obra fue espectacular y le proporcionó fama. Lástima que no pudo prever que un año más tarde la iba a palmar. Lo mismo ocurre con muchas personas: predicen el futuro con una charlatanería y manipulación que sonroja pero, como le ocurrió a Nostradamus, ignoran cuándo les caerá a ellos lo que critican a otros.
El siglo XVI, al igual que el XXI, serán épocas con toda suerte de tensiones, crisis y crueldades. Habrá muchas cosas lamentables y hasta horribles, como ha ocurrido siempre en la historia de la humanidad. Los males que pronosticó Nostradamus eran lo "peor de lo peor" y "ningún lugar de la tierra escapará". Se trataba de poner en marcha una estrategia del miedo con una visión pesimista del mundo. Lo triste es que quienes tendrían que gobernar con unas políticas diametralmente opuestas recurren a los mismos principios que el médico y astrólogo provenzal.
Su propósito era asustar mediante enigmas aterradores e indescifrables. En realidad por eso tuvo éxito. Las desgracias y los buhoneros siempre fueron bien recibidos por los necesitados de emociones fuertes; que son ganas de fastidiar y de dejarse la salud.