EL TABACO es el nombre común de dos plantas de la familia de las Solanáceas cultivadas por sus hojas, que una vez curadas se secan, duran y utilizan para fabricar cigarrillos, puros, tabaco de pipa y de mascar. Contiene un alcaloide, la nicotina, que ocasiona una gran adicción. Es originaria del continente americano, donde, según Cristóbal Colón observó, los indígenas del Caribe le atribuían propiedades medicinales y lo usaban en sus ceremonias. Fue traída a España en 1510.Es tóxica y puede producir alteraciones en el aparato circulatorio y los pulmones del ser humano, provocando con ello diversas enfermedades.Numerosos estudios médicos han vinculado el consumo de tabaco con el cáncer de pulmón, las afecciones vasculares del corazón, el enfisema y otras enfermedades. Todo ello ha llevado a muchos países a financiar intensas campañas orientadas a restringir el uso y la venta de tabaco. En general, el consumo ha disminuido en occidente, aunque ha aumentado entre ciertos grupos sociales. Un reglamento del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) autoriza a los países signatarios a “considerar la salud humana más importante que la liberalización del comercio”, pero el comercio internacional de tabaco sigue creciendo a buen ritmo. En los países en desarrollo, el consumo aumenta a razón del 2% anual.El primer anuncio de cigarrillos apareció en una revista en 1956 bajo la consigna de revestir de “glamour” el acto de fumar. Hoy día la Sanidad Pública hace esfuerzos por evitar su consumo, sin embargo parece que son insuficientes, ya que podemos seguir contemplando en las películas, que cada día emiten las diferentes televisiones, cómo esos actores que tanta gente admira mantienen en sus manos un atractivo cigarrillo. Y por si esto fuera poco, podemos encontrar en cada bar, cafetería y salas de reuniones sociales grandes máquinas de expender tabaco con sus atractivos anuncios.Los ciudadanos de a pie intentan olvidar un hábito que data de generaciones a base de consejos contradictorios. Entonces en nuestras mentes, y lo que es más importante, en las mentes de los jóvenes, surge la siguiente pregunta: ¿Si tan perjudicial es el consumo del tabaco, por qué no retiran su venta del mercado? ¿A quién le estamos siguiendo el juego…?Pequeños consejosEl hábito de fumar es absolutamente nocivo para nuestra salud. Sin embargo, no hay que olvidar que los componentes psicológicos tienen una gran relevancia en esta adicción. Muchas veces el placer de encender un cigarrillo está asociado al café, a la conversación con unos amigos o al descanso físico y psicológico. Esto es lo realmente difícil de cambiar. La administración sanitaria, hasta el momento, no facilita demasiado la desintoxicación ya que los tratamientos para lograrlo son excesivamente caros. Somos nosotros mismos y nuestra fuerza de voluntad la que realmente puede lograrlo. La nicotina está en nuestro organismo y durante años ha logrado crearnos una fuerte adicción; ahora debemos ayudarnos, utilizando estrategias diversas que nos ayuden y motiven para desintoxicarnos. He aquí algunos pequeños consejos que pueden ayudar. Cuando sintamos esa poderosa necesidad de encender un cigarrillo podemos: enjuagarnos la boca con algún elixir de mentol, tomar zumos naturales, pasear, masticar chicle, beber agua, mantener las manos y la mente ocupadas, ver mentalmente lo que el tabaco hace en nuestros pulmones y nuestra circulación.Si, a pesar de todo, los intentos siguen resultando infructuosos, al menos reduzcamos el consumo, hagámonos el propósito de fumar cada día un cigarrillo menos, o de no encender otro cigarrillo hasta una hora determinada. Esto también es un buen sistema para eliminarlo lentamente y no sufrir tanto la necesidad de su consumo.