Tuve unas alumnas de excepción y muy aplicadas, que le pusieron mucho cariño e imaginación en cada uno de los paquetes que realizaron
La verdad que mi primera clase como profe he de deciros que me fui con muy buen sabor de boca y con muchas ganas de repetir.
Pasamos la tarde aprendiendo a envolver los paquetes con diferentes tipos de papel, utilizando la pistola de calor de pegamento (con la cual nos quemamos todas), utilizando las troqueladoras (que causaron furor entre todas las alumnas), haciendo dobles lazos y sobre todo usando la imaginación para que los paquetes de regalo quedaran lo más original posible.
Aprovechamos para merendar unos estupendos batidos y unos cakepops que fueron la perdición de más de una.
La verdad que fue una tarde fría fuera del taller, porque dentro estábamos de lo más agustito :D
Espero poder repetir pronto la experiencia porque con alumnas así da gusto.
¡¡Muchas gracias chicas!!