Pero vayamos por partes. Brevemente, porque no estoy segura de que el taller virtual haya interesado tanto como el presencial, vista la reducción de comentarios, cuando, curiosamente, las visitas se han multiplicado y no bajan de las cien diarias. Será que l@s nuev@s son tímid@s...
En fin.
Poniéndonos en plan didáctico diremos que las características del relato de humor son las siguientes:
Descripciones breves, aunque sin ahorrar en las necesarias para crear el ambiente idóneo de una situación disparatada.
Los personajes son pintorescos, pueden ser personas, animales o cosas, pero siempre llevados al extremo, ya sea por su simplicidad (tipo Mr. Bean), o por las peculiaridades de su carácter.
El narrador es subjetivo, trata de despertar un sentimiento en el lector, un estado de ánimo, y no le duelen prendas para conseguirlo.
El lenguaje es coloquial, aparentemente sencillo, frases breves y claras, o extremadamente rebuscadas para provocar la hilaridad. Se permite el uso de interjecciones y onomatopeyas a discreción.
Los temas pueden ser muy variados, pero dado que este género tiene como objetivo provocar la sonrisa la actualidad, la política o la sociedad son fuente inagotable de inspiración.
Los objetivos son divertir, denunciar, criticar, ridiculizar.
Y los recursos que se utilizan para conseguirlo son la ironía, la sátira, la parodia, llevar las situaciones al absurdo y buscar el lado cómico de las cosas.
Para documentar el tema elegimos a Quim Monzó, periodista y escritor catalán.
En el curso leímos Guadalajara, pero tiene un montón del libros de relatos, tanto en catalán como en castellano. Si queréis pasar un buen rato, no dejéis de leerlo ;)
Y me despido con una foto de la cena. Que ya me he enrollado demasiado.