Y Pablo Iglesias, al final del
espectáculo explotó con un cabreo monumental, contra el PSOE. Habían dedicado
tanto esfuerzo al teatro que se olvidaron de la política. Aparentemente fue un
buen comienzo formal para sus adeptos que seguro aplaudirán por las redes pero
con el cabreo mostrado por Pablo Iglesias visualizamos la expresión de que
internamente creía haber realizado un mal comienzo político. La Mesa del
Congreso se constituyó con la presidencia de Patxi López, lo cual visualizó un triunfo
de la política socialista y la capacidad de llegar a acuerdos de PSOE y Ciudadanos
que parece ser quien logró el acuerdo primero a izquierda y luego a derecha. Si
hemos de creer al negociador de C’s, dice que, Carolina Bescansa, la representante
de Podemos en la negociación no llegó a presentar una propuesta concreta.
Todo en la vida tiene un componente
teatral, pero la vida no es teatro. La política tiene mucho de circo, pero
no debe ser un espectáculo porque en el, ganarían los Roures de turno y la
medición de audiencias, y perderíamos los ciudadanos. Particularmente me gustó
ver en el Congreso hombres con otras modas indumentarias y diversidad de estéticas,
las mujeres ya lo conquistaron hace muchos años. En toda reunión de cualquier
ámbito público, político, empresarial, cultural… el colorido y diversidad de
estéticas femeninas queda lejos de la tristeza masculina, y así era en el Congreso.
Hasta ayer. La calle en el Congreso, bien.
El problema es el exceso, y éste lo
es cuando se presta más atención a la imagen que a lo esencial, las formas son
importantes, también en política, pero el fondo del trabajo de un diputado no
debe descansar en los gestos, la ropa, ni en mostrar bebés. Espero no me
entiendan mal, ejerzo de abuelo con dos nietas desde que nacieron, se lo que es
cambiar pañales y limpiar culos, dar biberones y preparar comidas, llevar y
traer a guardería y colegio, y solventar accidentes y médicos, además de cuidar
de sus juegos en casa y en la calle,… También sé lo que es participar en
política con dos niños pequeños, en clandestinidad y después en la Transición, tener
actividad política, en manifestaciones o reuniones prohibidas, etc. etc., lo he
vivido y lo he visto en mis colegas. He convivido durante muchos años en una
empresa con una proporción muy alta de mujeres, madres que no llevaban sus
hijos al trabajo; y desde luego nadie reivindicaba compartir trabajo y bebés o
niños y ancianos, y sí guarderías y escuelas.
Me encanta la visualización de los
niños en la vida cotidiana, y de los viejos, no me gustan los guetos para
encerrar a nadie, ni mayores ni pequeños, pero un gueto no son los colegios, ni
las guarderías, ni las calles y zonas de juego infantil o centros deportivos, o
los hogares de pensionistas, ni colegios y universidades… Un niño en el
Congreso? bien, necesita leche materna? Bien; aunque espero no fuera una imagen
reivindicativa para potenciar llevar a los niños al trabajo, porque deben ir al
colegio y jugar con otros niños.
Me incomoda la utilización de los
bebés o ancianos en uso publicitario, siento que utilizan como mercancías para
obtener algún beneficio a personas indefensas. El protagonismo mediático del
bebé su madre y sus compañeros de escaño denota utilización, exceso, montaje
que aprovechan y amplifican los medios. No debe estar mal la guardería del
Congreso. ¿Meter la calle en el Hemiciclo? Pues metamos también los ancianos, y
dependientes, visualicemos en los escaños también albañiles y barrenderos, los
ingenieros y ganaderos, pescadores y poceros, etc. Por cierto, se han fijado
que no hay viejos en las bancadas, que falta la representación de los ocho
millones de mayores de 65 años.-Otros ocho millones por debajo de 16 años-. O
mejor todavía, metamos política en el Congreso, dediquemos el trabajo parlamentario a lograr un gran acuerdo urgente
para un pacto de empleo, porque no creo dispongamos de mucho tiempo antes de
otra nueva recesión.
El resultado es, que la Mesa del
Congreso, primer acto político de peso en la constitución del Congreso, inicio
de la legislatura se realizó sin la participación de Podemos. Podríamos pensar que
gastaron una excesiva energía en lo teatral, en que visualizaran la diferencia,
y dedicaron poco trabajo serio, de fondo, para hacer política que permita
acuerdos para lograr desarrollar medidas sociales, por ejemplo. La explosión de
cabreo de Iglesias, tenía toda la pinta de ello.