Si algo es común ver en la política es como muchos líderes que basan su discurso barato en decir que aman a las clases bajas, saben mucho de teatro de hecho los líderes mas exitosos en la política no son los mas elocuentes o los que mejores ideas y trayectoria tienen, son los mas saben de teatro, estos son los que se ganan a las clases mas ignorantes aparentando que aman a los pobres cuando en realidad solo quieren que sigan siendo pobres para ellos poder aprovechar sus debilidades.José Mujica, Lula La Silva, Barack Obama, Andrés Manuel López Obrador., Nicolás Maduro, Gustavo Petro entre otros, son ejemplo de políticos que con discursos populistas y buen teatro ilusionan a los pobres haciéndose ver como personas humildes, honorables y que odian todo lo relacionado a la acomulacion de riquezas, pero que en realidad son tan deplorables y avaros como aquellos que critican.En lo personal antes creía que los actos de Lula La Silva o José Mujica eran verdaderos, que eran personas humildes e intachables, pero solo basta ver las investigaciones de corrupcion en Brasil y los problemas económicos que dejó Mujica en Uruguay para darse cuenta que no son tan humildes como dicen ser, que solamente son personas que dicen cosas bonitas y usan un teatro muy bueno, Andrés Manuel López Obrador otro político que utiliza el teatro para hacerse ver humilde y amoroso de la gente pobre pero con solo ver que siempre que necesita un médico prefiere uno privado que uno público, es facil darse cuenta que se contradice en su discurso, Obama y Maduro son iguales buscan agradarle a las masas mas pobres pero se dan unos lujos muy costosos.Que alguien tenga lujos o prefiera lo privado no tiene nada de malo es normal que alguien que tenga buenos ingresos quiera de vez en cuando darse gustos, pero lo que es intolerable es el teatro que utilizan para condenar a muchos que hacen lo mismo pero que a diferencia de ellos no lo hacen con los recursos públicos sino con recursos que ganaron con sus trabajos, estas personas dicen que ser pobre es malo pero se enriquecen a costa de aquellos que creen sus palabras.Si algo es teatro a la perfección es un político haciendo cosas de gente pobre, esto es un teatro mas falso que cualquier novela, esto es un teatro malévolo, dicen que el diablo aparenta ser la persona mas atractiva en todo sentido, eso es cierto, hay que tener cuidado de aquellos que hablan bonito y aparentan perfección porque estas personas pueden ser unos buenos actores que solo buscan la forma de mantener a sus seguidores pobres e imbeciles para aprovecharse de ellos.No hay que creer en el viejo teatro de quienes dicen que ser rico es malo, no hay nada de malo en querer ser rico espiritual y materialmente, en querer ser mejor cada dia, en querer superarse, en querer dejar la pobreza, lo malo es ser avaro, egoísta, corrupto y olvidar el sentido del servir al prójimo, ojalá muchos de esos actores que condenan la riqueza condenaran todo lo anterior en lugar de abogar porque la gente la gente no tenga deseos de abandonar toda pobreza posible.
El Teatro y la Política
Publicado el 06 enero 2017 por Galicamilo Camilo Galindo Castelblanco @GaliCamiloSi algo es común ver en la política es como muchos líderes que basan su discurso barato en decir que aman a las clases bajas, saben mucho de teatro de hecho los líderes mas exitosos en la política no son los mas elocuentes o los que mejores ideas y trayectoria tienen, son los mas saben de teatro, estos son los que se ganan a las clases mas ignorantes aparentando que aman a los pobres cuando en realidad solo quieren que sigan siendo pobres para ellos poder aprovechar sus debilidades.José Mujica, Lula La Silva, Barack Obama, Andrés Manuel López Obrador., Nicolás Maduro, Gustavo Petro entre otros, son ejemplo de políticos que con discursos populistas y buen teatro ilusionan a los pobres haciéndose ver como personas humildes, honorables y que odian todo lo relacionado a la acomulacion de riquezas, pero que en realidad son tan deplorables y avaros como aquellos que critican.En lo personal antes creía que los actos de Lula La Silva o José Mujica eran verdaderos, que eran personas humildes e intachables, pero solo basta ver las investigaciones de corrupcion en Brasil y los problemas económicos que dejó Mujica en Uruguay para darse cuenta que no son tan humildes como dicen ser, que solamente son personas que dicen cosas bonitas y usan un teatro muy bueno, Andrés Manuel López Obrador otro político que utiliza el teatro para hacerse ver humilde y amoroso de la gente pobre pero con solo ver que siempre que necesita un médico prefiere uno privado que uno público, es facil darse cuenta que se contradice en su discurso, Obama y Maduro son iguales buscan agradarle a las masas mas pobres pero se dan unos lujos muy costosos.Que alguien tenga lujos o prefiera lo privado no tiene nada de malo es normal que alguien que tenga buenos ingresos quiera de vez en cuando darse gustos, pero lo que es intolerable es el teatro que utilizan para condenar a muchos que hacen lo mismo pero que a diferencia de ellos no lo hacen con los recursos públicos sino con recursos que ganaron con sus trabajos, estas personas dicen que ser pobre es malo pero se enriquecen a costa de aquellos que creen sus palabras.Si algo es teatro a la perfección es un político haciendo cosas de gente pobre, esto es un teatro mas falso que cualquier novela, esto es un teatro malévolo, dicen que el diablo aparenta ser la persona mas atractiva en todo sentido, eso es cierto, hay que tener cuidado de aquellos que hablan bonito y aparentan perfección porque estas personas pueden ser unos buenos actores que solo buscan la forma de mantener a sus seguidores pobres e imbeciles para aprovecharse de ellos.No hay que creer en el viejo teatro de quienes dicen que ser rico es malo, no hay nada de malo en querer ser rico espiritual y materialmente, en querer ser mejor cada dia, en querer superarse, en querer dejar la pobreza, lo malo es ser avaro, egoísta, corrupto y olvidar el sentido del servir al prójimo, ojalá muchos de esos actores que condenan la riqueza condenaran todo lo anterior en lugar de abogar porque la gente la gente no tenga deseos de abandonar toda pobreza posible.