Así combinando ferrocarril y teleférico, se transportaban áridos y cemento a la planta de hormigón situada sobre la presa. Junto al terminal de carga se construyeron tres viviendas de pizarra para los obreros que atendían las instalaciones. Según el inventario de 1939, el teleférico suministrado por la empresa J. Pohlig AG, era propiedad del contratista y estaba valorado en 475.000 pts.
Los cables estaban movidos por un motor eléctrico Siemens de 25 HP. La línea de cables estaba sustentada por 15 caballetes de madera de diferentes alturas (para adaptarse al terreno) y 2 metálicos de 27 mts. Conectaba el final de la vía férrea que venía de Tamajón a las canteras con la plataforma sobre la presa. Hoy son visibles en el camino de las vagonetas, las estructuras de las terminales, la triturada de áridos y la carga y descarga de las vagonetas.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara