Las ardillas se reúnen en un claro del bosque para hablar del teléfono, un instrumento muy útil que los humanos utilizan para comunicarse. Imitándoles, comienzan a instalarlo. Todos se alegran del nuevo avance.
Del día pasaremos a la noche, y la historia se centrará en una pequeña ardilla que intentará hablar con su abuela a través del nuevo objeto. En su búsqueda solitaria de cómo se utiliza, sube por el árbol que hace de poste, corre por la trenza de liana que ha servido de cable y en este viaje, en esta aventura, se sorprende de ver una luna llena enorme, cruza el bosque sin obstáculos, disfrutando de unas bellas vistas hasta llegar a casa de su abuela, con la que conversará sobre el teléfono y volverá dando un paseo de nuevo a su casa.En su intento de emular la comunicación entre personas humanas, esta pequeña ardilla volverá a su verdadera naturaleza, correr para ver y hablar con su ser querido, dándonos una bonita lección de todo lo que nos podemos perder si en vez de salir a correr en la noche para ir de visita, descolgamos el auricular.
Con delicado humor Kazue Takahashi nos habla de las telecomunicaciones. Y nos lleva al bosque, con las ardillas, sin mucho detalle, con dibujos planos, con una idea llevada a cabo con cariño que se transmite a través del papel. Una ardilla llena de inocencia que es feliz.
Ahora, cuando paseemos por el bosque y alguna ardilla se deje ver, sabremos por qué corren por los cables del teléfono ¡para comunicarse!
"En el pueblo hay un
instrumento muy útil quese llama TELÉFONO."