Exterior del templo. Paseamos por una plataforma que conservó la misma orientación este-oeste que el templo tuvo.
El templo de Debod, un latido de Egipto en Madrid
Por @asturiasvalenci Marian Ramos @asturiasvalenci
Cuando el cielo de Madrid se viste de rosas y malvas es el momento de visitar el Templo de Debod.
Podrá parecer mentira, pero no lo es. Nunca he contemplado un atardecer así. Reflejadas en el agua del estanque se ven sus piedras, las luces, la historia y el arte de Egipto. Muchos visitantes aparecemos como alejados de la realidad. Y es muy posible que sobre este singular monumento podamos ensanchar nuestra sensibilidad y transitar por la cuna del arte del ser humano.
¿Un trocito de Egipto en Madrid? Fue a petición de Egipto y Sudán. La inundación de los monumentos de la Baja Nubia debido a la construcción de la presa de Asuán movilizó a la UNESCO quien pidió la colaboración urgente para salvar la mayor cantidad de restos arqueológicos. Cuatro de los que se salvaron fueron donados por Egipto a aquellos países que más aportaron. El bellísimo templo de Debod llegó a Madrid desde el puerto de Valencia. Fueron noventa camiones quienes trasladaron todos los bloques hasta la Montaña del Príncipe Pío. Aquella que era recordada por los fusilamientos del tres de mayo. Y allí, en un solar donde estuvo el antiguo Cuartel de Montaña se instaló este pequeño latido de Egipto.
Quedan resaltados los pilonos y aislados por un estanque que se extiende por delante y sus laterales. El otro sirve para realzar más aún el templo. Y su fuente trasera lo convierte en un lugar de ensueño... El templo de Debod fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2007.