El Templo de los símbolos

Por Layret @masoaprendiz
Nada parece haberse dejado al azar en la preparación del nuevo templo masónico de la Logia Nueva Era 93. En pleno corazón de la ciudad de La Laguna, sus hermanos masones han logrado crear un espacio que, además de cumplir con los preceptos esenciales de la Masonería, recupera un buen número de símbolos y aspectos de su tradición más hermética. Meses atrás tuvimos el privilegio de visitarlo.

Nada en el aspecto externo de aquel edificio puede hacernos sospechar de la existencia en su entre-sótano del que posiblemente pueda ser el templo masónico mejor decorado del país. Pero la realidad es que la Logia Nueva Era 93 Nº 65, de carácter mixto e integrada en la Gran Logia Simbólica Española , no ha querido dejar pasar la oportunidad que tenían ante sí de habilitar su nuevo templo teniendo en cuenta algunos criterios contemplados en la tradición hermética. En cierta medida es una especie de homenaje a un conocimiento esotérico que ha ido siendo relegado con el paso del tiempo a favor de lecturas más pragmáticas, un saber en el que cualquier elemento o acción emprendida tenía un significado y un efecto determinado. Contemplando el resultado nos vemos tentados a pensar que han logrado el fin perseguido, ya que más allá del efecto subjetivo que puede generar la nutrida concentración de símbolos que decora sus paredes, los responsables de la logia tinerfeña parecen haber conseguido también transformar la arquitectura energética del lugar. "Ese era nuestro objetivo, trabajar con ese conocimiento para armonizar las energías, de cara a crear un lugar diferente al exterior, aunque ello Aspecto general de la logia, rectangular, de occidente a oriente significase renunciar a algunos metros con tal de lograr por ejemplo, la orientación más adecuada", nos explica Javier Bonales, secretario de la logia y orador de la Gran Logia Simbólica Española.

UNA BÓVEDA CELESTE, ABEJAS, GRANADAS Y ACACIAS

Aunque hace mucho que la masonería dejó de ser operativa para consolidarse como especulativa, de manera que el hombre pasó a convertirse en la piedra que antaño tallaban los maestros constructores, los responsables de la logia tinerfeña volvieron por unas semanas a recuperar el viejo oficio de sus ancestros. Y si bien los materiales constructivos han sido sustancialmente diferentes, procuraron ser fieles a la tradición, "eligiendo días simbólicos y posiciones planetarias que energéticamente armonizaran con el fin perseguido, apostando como es de rigor por una precisa orientación a los puntos cardinales", apunta Bonales. La Doctora en Bellas Artes y miembro de la logia, Paula Plaza, fue la encargada de decorar una logia rectangular como es de rigor, plasmando en el techo de la misma una bóveda celeste que arranca en el occidente "en tinieblas, en la penumbra, y se desarrolla y expande hacia el oriente, la luz, como ocurre en la masonería con el ser humano que comienza a caminar hacia el conocimiento", nos explica la artista. En el extremo opuesto a la oscuridad se dibuja un compás que triangula lleno de la luz de un resplandeciente amanecer, mostrándose el nombre de Dios en hebreo con una representación a los lados del Sol y de la Luna. El cielo hábilmente simulado por la Dra. Plaza se completa con dos elementos más, un planeta Tierra rodeado de la Luna en todas sus fases, y una estrella que marca los puntos cardinales, una luminaria que sin ser pretendido por su dibujante admite la meta-lectura de ser interpretada como Venus.

Las dos columnas que rememoran las de bronce del Templo de Salomón, el suelo ajedrezado de la dualidad, los cordeles alegóricos a la unión fraternal, los tres pilares de la logia que personifican la sabiduría, la fuerza y la belleza, el Cuadro de Logia, el Volumen de la Ley Sagrada, el candelabro sagrado, la piedra, la espada... estos y otros elementos simbólicos esenciales en toda logia, se ven completados con una representación de cada uno de los símbolos zodiacales, evocando artes sagradas como la astrológica.


La logia Nueva Era completó la simbología con una representación del dual Jano que se vincula con los dos Juan de tanta tradición masónica, y con tres simuladas ventanas del discernimiento, en cuyas vidrieras están representadas la acacia, la granada y la colmena. La acacia como símbolo de inmortalidad; las abejas en la colmena como divisa de laboriosidad, dedicación y trabajo en equipo; y la granada como fruto del amor y lo fértil, de la cohesión y del recuerdo de los ideales masónicos.

La historia y el papel que la masonería ha desempeñado en Canarias ha sido convenientemente documentado por diferentes especialistas, destacando entre todos ellos el profesor de historia Manuel de Paz. Sus libros y artículos son un referente, de manera que a cualquier interesado no le resultará nada difícil dar con abundante información sobre el asunto. Tampoco será una tarea compleja reconstruir capítulos muy concretos de esa historia masónica, como el relativo al maltrecho templo masónico de Santa Cruz, en la calle San Lucas. Su ruinoso estado no ha mejorado un ápice, a pesar de las buenas intenciones que de forma reiterada han expresado a lo largo de los años los responsables políticos de la ciudad. No parece que la crisis vaya a ayudar en ese sentido.

En cuanto a la logia que nos ocupa por estar vinculada con el moderno templo lagunero que hemos noticiado en éstas líneas, la Logia Nueva Era 93 Nº65, fue fundada originalmente en 1874 en Canarias, volviendo a levantarse sus columnas en el año 2006, contando en la actualidad con una veintena de miembros, en su mayor parte mujeres. La consagración del nuevo templo tuvo lugar el sábado 14 de mayo de este año, y de acuerdo con la filosofía aperturista de la logia, es previsible que organicen jornadas de puertas abiertas con cierta frecuencia.

José Gregorio González - 10 de Noviembre de 2011