Hay un par de estructuras que llaman especialmente la atención, la puerta roja de la entrada y una gran caldera, que la utilizaban para cocinar para el pueblo durante la gran hambruna de 1681.
La verdad que es un recinto pequeñito en el que da para pasar pocos minutos y echar pocas fotos, aunque el sitio en si es interesante y ademas tranquilo, pues creo que conmigo habría simplemente un par de parejas mas.